Mostrando entradas con la etiqueta Corrupcion. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Corrupcion. Mostrar todas las entradas

martes, 1 de marzo de 2016

En el país de los carteles, Colombia, nadie habla del cartel de los abogados defensores de criminales…

Cualquier ciudadano medianamente informado de lo que realmente ocurre en el país en materia de corrupción, criminalidad, paramilitarismo, narcotráfico, etc., tanto dentro del estado como en el sector privado y sociedad civil en general, se dará cuenta de cómo funciona (o mejor por que no funciona) la justicia colombiana. 

El travestismo de la justicia colombiana se ve reflejado más claramente en los métodos y artimañas que utilizan los abogados defensores frente a casos incuestionables de criminalidad y corrupción.  La razón de ser de un sistema judicial/penal imparcial, justo, transparente y eficiente es garantizar los derechos de los inculpados, cualquiera que sea el delito o crimen cometido; incluyendo el derecho a considerarlos inocentes hasta que las evidencias demuestren su culpabilidad. 

Pero la misión de los abogados en Colombia no parece ser la representación y defensa de los derechos y garantías procesales de sus defendidos sino, aun cuando las evidencias en contra de sus clientes son incontrovertibles, recurrir a cuanta artimaña jurídica y práctica criminal tienen disponible para tratar de hacerlos parecer inocentes; incluso llegan al extremo de recusar no solo a los denunciantes sino a los propios jueces, fiscales y aun a magistrados de las altas cortes.

Estas son practicas de defensa comunes y recurrentes en Colombia, el país de los carteles. Y un país famoso y reconocido por sus carteles no podía dejar de tener carteles de abogados defensores de criminales.   

Los mas prominentes carteles en esta categoría son los que representan y defienden a criminales como el propio Alvaro Uribe, Santiago Uribe, y docenas de criminales mas protegidos o cómplices de Uribe. Y los mas destacados exponentes de esos carteles son Jaime Granados, Jaime Lombana y Abelardo de La Espriella, para no mencionar sino algunas de las celebridades que todas las mañanas saltan de emisora en emisora, de periódico en periódico y de estudio de televisión a estudio de televisión, defendiendo la “inocencia” de sus clientes, presentándolos como personas impolutas, como artífices de todo lo bueno que ocurre en el país (héroes o funcionarios sacrificados), como victimas de persecución política y judicial; y lanzando amenazas contra testigos, de demandas por difamación, de recusaciones contra la fiscalía general, la corte suprema de justicia, etc.

El cinismo de estos abogados no tiene limites. El caso mas prominente es la reciente denuncia presentada por el cartel que defiende al narcoparamilitar Alvaro Uribe Velez y a sus secuaces ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, dizque porque las acusaciones en su contra obedecen a motivaciones políticas y como tal no tienen garantías de un debido proceso.

Lo peor de todo es que estos abogados son intocables, famosos, y gozan de tan alto respeto y reconocimiento por parte de una gran mayoría de colombinos que quien es defendido por alguno de esos carteles sube en estatus social y es automáticamente considerado hombre respetable, ejemplar, a quien sus “enemigos políticos” le quieren hacer daño.  En un país donde la criminalidad y corrupción es rampante, y la justicia un chiste, la demanda de sus servicios es de tal magnitud que aun constituidos ahora como grandes bufetes de abogados no dan abasto con la demanda.

Que institución del estado, organismo judicial, asociación vigila el ejercicio profesional y ético de los abogados colombianos?

Acaso recurrir a prácticas como comprar, fabricar y/o amenazar testigos y jueces (que incluso terminan asesinados), recusar sin bases jurídicas a fiscales, para forzar decisiones absolutorias de sus clientes sobre quienes pesan evidencias incontrovertibles de culpabilidad, no son también delitos graves que deben ser castigados ejemplarmente? 


Una cosa es propender por que sus clientes tengan garantías procesales y las penas aplicadas sean las mas justas, y otra cosa que recurran a practicas criminales y se conviertan en cómplices de sus defendidos para evadir la acción de la justicia.

miércoles, 25 de marzo de 2015

El cartel de la Corte Constitucional, otro compartimiento mas del inmenso pozo séptico de la corrupción en Colombia…

El patético argumento de salvar a la Corte Constitucional sobre la base de que no todos los magistrados son corruptos, lo que corrobora es que evidentemente todos son corruptos. No de otra manera se explica que ningún magistrado haya renunciado irrevocable e inmediatamente luego de conocer las acciones y hechos delictivos que comprometen al magistrado Pretelt.  Eso es lo que hacen las personas decentes cuando su reputación, su honradez, su ética profesional,  se ven comprometidas como consecuencia de revelaciones sobre actividades corruptas o criminales que son descubiertas dentro de la organización, institución o empresa de la que hacen parte.

El magistrado Pretelt puede ser calificado de cínico cuando manifiesta que no va a renunciar porque no es el único que participaba en los actos corruptos denunciados.  Aunque suene cínico, su posición tiene sentido. Porque cómo es posible que un grupo de solo 9 personas, que trabajan siguiendo procedimientos judiciales claramente definidos, no detecten o no se hayan enterado, sino hasta cuando el escandalo explota, acerca de las actividades delictivas que desarrollaba uno de sus miembros?!!

La única explicación es que todos los magistrados son corruptos!!. De ahí su comportamiento errático luego de destapado el escandalo: primero salieron descaradamente en defensa de Pretelt; luego, cuando ya no podían controlar el nauseabundo olor del pozo séptico propusieron que el magistrado Pretelt pidiera una licencia de dos meses; y finalmente, cuando el senado negó la petición de la licencia,  tímidamente solicitan que el magistrado Pretelt renuncie.  

Ninguno de los “pulcros” magistrados , nadie del alto gobierno, ni nadie de las otras instituciones judiciales y disciplinarias piden sanciones penales ejemplares para el magistrado Pretelt. Pero claro, como todos están untados el manejo y conclusión del escandalo no puede ser mas predecible.  A Pretelt lo arreglarán para que apague el ventilador, a  lo sumo le pedirán que devuelva las 5 Ha de tierra que el mismo ofreció devolvería (de las tantas que les robó a campesinos de Cordoba y Uraba), iniciarán el sainete de las investigaciones en el congreso y luego en al CSJ; y para cuando hayan tomado alguna decisión de judicialización (si es que algún día la toman), ya Pretelt habrá salido del país, con estatus de exiliado que el mismo gobierno y autoridades judiciales le habrán ayudado a conseguir.    

Pero como en Colombia todo es extremadamente dinámico, no solo los hechos especificos de corrupción en la corte constitucional sino también sus coletazos en la fiscalía general, la procuraduría, el congreso y hasta en el alto gobierno con ocasión del ventilador que alcanzó a prender el magistrado Pretelt,  ya pasaron a un segundo plano.  Ahora lo que atrae toda la atención de la galería es la reacción del gobierno y sus supuestas  propuestas de reforma de todo el sistema judicial del país; lo cual no es mas que la reafirmación de lo que ha sido tradición en Colombia: proponer cambiar todo para que todo siga igual.

“No vamos a dar un salto al vacío”, declaró el presidente Santos al anunciar las medidas que adoptará su gobierno para superar la crisis. A santos hay que abonarle su sinceridad por hablar en primera persona (vamos) pues eso solo corrobora lo que todo el mundo sabe pero pocos aceptan como una realidad. El hecho innegable de que todo el país es un pozo séptico.

Todas las instituciones del estado están llenas de corruptos, de mediocres y hasta de criminales, empezando por el presidente de la republica y todo su gobierno. El fiscal Montealegre, el contralor Ordoñez, los miembros de todas las altas cortes, la inmensa mayoría de congresistas, el sistema penitenciario, las fuerzas armadas…….todos están metidos hasta la cabeza en ese pozo séptico de corrupción. 

lunes, 5 de mayo de 2014

El país prospero de Santos – Corrupción rampante, origen de generación de nuevos ricos

La prosperidad democrática del gobierno de Santos es real. Pero no para la gran mayoría de colombianos sino para una pequeña fracción conformada por altos mandos militares, directivos y funcionarios de instituciones del estado (gobierno y rama judicial), miembros del congreso, abogados y miles de ejecutivos y empleados de multinacionales y empresas privadas locales que cual sanguijuelas viven de contratos con el Estado.




Y no estamos hablando de una corrupción "en sus justas proporciones" como en la época del gobierno de Turbay,  sino de la corrupción extrema, rampante que trajo consigo la seguridad democrática y confianza inversionista de los últimos dos gobiernos.

En este nuevo pozo séptico las cifras que se manejan ya no son en millones sino en cientos de millones de pesos, e incluso en millones de dólares; y de esa repartija están usufructuando asesores cercanos al presidente Santos (por supuesto, también usufructuaron los cercanos a Uribe), generales y oficiales de alto rango de las FFMM, jueces y magistrados de las altas cortes y fiscales que llevan casos relacionados con narcotráfico y paramilitarismo; asi como altos funcionarios de entidades como la Agencia Nacional de Minería, la Agencia Nacional de Hidrocarburos, la Dirección Nacional de Estupefacientes, la Dirección Nacional Penitenciaria, las superintendencias, contralorías, procuradurías, y prácticamente todas las _ias...

Veamos algunos ejemplos de cómo y de donde han surgido estos nuevos billonarios...

El jugoso negocio de la guerra



Escandaloso para los estándares latinoamericanos (incluso globales) es el presupuesto que destina Colombia para mantener la guerra interna que ha sufrido el país por más de cincuenta años.  3.4% del producto interno bruto nacional (el porcentaje más alto de América Latina), esto es $24.300 billones de pesos (US $13.000 millones), de los cuales la mayor parte están destinados a millonarios contratos en US$ para la adquisición de equipos y armas para la guerra (incluidos aviones, drones, helicópteros, bombas inteligentes, aparatos sofisticados de espionaje) y contratos logísticos con proveedores locales e internacionales.

De esta danza millonaria de contratos se han beneficiado generales, coroneles, civiles asignados a las dependencias de contratación y hasta amigos cercanos al presidente Santos. De ahí que no sea extraño ver que ahora los generales y otros oficiales de alto rango disfrutan su retiro en grandes haciendas y casas campestres, como inversionistas de grandes empresas, o dueños de sus propias empresas de seguridad. Entre los beneficiarios de este pozo séptico también están los militares presos por los horrendos crímenes denominados falsos positivos quienes supuestamente pagan sus condenas muy cómodos en centros de detención tipo resorts dentro de las bases militares y quienes reciben periódicos pagos millonarios por su silencio dentro de las investigaciones que involucren a sus superiores.

El pozo séptico en el sector salud y superintendencias

A este pozo séptico, llevado al reboce  durante las últimas dos administraciones,  descargan las tuberías putrefactas de las entidades que manejan los sistemas de salud y financiero principalmente. Como ejemplo del primero hay que resaltar el robo billonario por parte de las EPS, con complicidad de gobierno por supuesto, principalmente el caso de SaludCoop, no solo por el escandaloso monto que se robaron de las arcas públicas a través de cobros por medicamentos, servicios no prestados, o prestados pero sobrefacturados, y que hasta los medios prepago comentan, desfalco que se dice asciende a los $2 billones de pesos.

Para que este tumbe prosperara los bufones de las EPS tuvieron que contar con la complicidad de funcionarios del sector salud, quienes debían aprobar las cuentas de cobro y reintegro chimbas que les pasaban, obviamente no gratuitamente sino mediante el pago de abultadas coimas. Esos funcionarios del ministerio de Salud, y de la superintendencia, como mínimo se embolsillaron el 10% del monto del desfalco, esto es $200.000 millones de pesos. Un monto tan grande alcanza para que los ricos se vuelvan más ricos y surjan nuevos ricos entre los altos ejecutivos y empleados de las mismas EPS.

El presidente de SaludCoop, Carlos Palacino, por ejemplo pasó de la noche a la mañana a ser gran inversionista de lujosos proyectos campestres en los llanos orientales.  Los abogados que asesoraron a las EPS en la presentación ante el congreso  de proyectos de ley favorables a sus intereses económicos también salieron con las cuentas bancarias gordas, entre ellos el actual fiscal, cuyos honorarios recibidos ascienden a los 2.000 millones.




Los pozos sépticos en las agencias para la minería, de hidrocarburos y de licencias ambientales

Aparte de los bufetes de abogados y lobistas, los nuevos millonarios producto de la danza de millones de la confianza inversionista hacen parte de las nóminas en las recientemente creadas Agencia Nacional de Minería, Agencia Nacional de Hidrocarburos y Agencia Nacional de Licencias Ambientales.  A jefes y funcionarios de estas entidades les tocó la torta de los múltiples proyectos concesionados a las multinacionales, principalmente; pero también la bonanza de millones que los grupos paramilitares repartieron (y siguen repartiendo) para que se hagan los de la vista gorda con la explotación ilegal de minas de oro usurpadas a los mineros locales tradicionales. Ganaron por lado y lado. Por cuenta de los paracos convertidos en mineros, por un lado; y por cuenta de las multinacionales, agradecidas porque les ayudaron a limpiar las áreas concesionadas de los revoltosos campesinos que habían vivido de la minería tradicional por décadas.

La renovación de la concesión de Cerromatoso y el costo de la deferencia con la que tratan a la Drummond, son solo dos de los casos para resaltar en esta repartija de millones entre funcionarios del sector público. Sumas tan abultadas que han tenido la osadía de ignorar evidencias irrefutables de los daños ambientales y sociales ocasionados causados por estas dos multinacionales. Y la lista es larga: Pacific Rubiales, Continental Gold, Gran Colombia Gold, Gold Ashanti, etc..

Seguir con la lista de pozos sépticos de corrupción llenaría muchas páginas. Mucho más podría decirse por ejemplo de la danza de millones que han producido nuevos billonarios en la Aduana Nacional, la Dirección Nacional de Estupefacientes, el INCODER, e incluso en las oficinas que manejan los programas bandera del gobierno de Santos: restitución de tierras, vivienda gratis,…

El poder de compra de estos nuevos ricos, que al lado de los tradicionales y ahora mucho más ricos ya alcanzan a representar el 1% de la población colombiana, es el que ha producido la proliferación de nuevos y lujosos centros comerciales, que ya nada tienen que envidiarle a los que hay en Norte América y Europa, y que se han construido no solo en las grandes ciudades capitales sino en ciudades intermedias.

Cualquier extranjero que visite uno de esos centros se llevara una falsa imagen del país. Allí los ricos tradicionales y nuevos ricos son la gran mayoría de visitantes; los pocos pobres que los frecuentan si acaso van a vitrinear pues sus ingresos están muy lejos de poder comprar ni siquiera un helado. 

Sin duda, el extranjero saldrá con la idea de que el país próspero de Santos es real.

lunes, 17 de febrero de 2014

El Pozo Séptico de los “Héroes de la Patria” – Carteles de Contratación, Falsos Positivos, Pagos Millonarios a Condenados por su Silencio…..


Si no fuera por el olor nauseabundo que emanaba del pozo séptico rebosante en las FFMM, tal vez nunca se hubiese sabido de la danza de millones que  circulaba entre las cuentas de generales, coroneles y testaferros, todo para comprar el silencio de militares ya procesados o condenados por los crímenes de lesa humanidad, eufemísticamente llamados “falsos positivos”.

Parece que la pestilencia era tolerable para los que estaban metidos en el jugoso negocio pero no para los que no estaban comiendo (para usar el lenguaje de una de las conversaciones telefónicas); y tal vez por eso, alguno de las filas se atrevió a asumir el riesgo de filtrar el saqueo a un medio de comunicación.

Pero no nos engañemos. Juan Manuel Santos, como MinDefensa de Uribe, es a los falsos positivos como el ministro de defensa Pinzón lo es al montaje de actos terroristas, al espionaje indiscriminado y al pozo séptico que acaba de rebozarse en las FFMM. Y por esa misma indisoluble correlación es que el engominado ministro Pinzón seguirá inamovible y todo lo taparan nuevamente. Las primeras “medidas” anunciadas en la rueda de prensa de esta mañana son un insulto para los colombianos, por decir lo menos. Entre otras medidas chimbas, ha anunciado que ha llamado a calificar servicios al coronel González! Si, el mismo que aparece en las conversaciones con el comandante del ejercito negociando contratos. El mismo que hace tres años fue condenado por participación directa en los falsos positivos.  Un criminal, asesino, condenado hace tres anos! Y el ministro Pinzón, anuncia que como resultado de las primeras “exhaustivas investigaciones”, el coronel González será llamado a calificar servicios.  Para el ministro, los viles asesinatos de civiles inocentes por los que esta condenado el coronel Gonzalez hace tres años, no fueron suficientes para llamarlo a calificar servicios.
Ya verán que si en algún momento, para calmar la galería, también deciden remover a algunos generales implicados, inmediatamente los nombraran en altos cargos diplomáticos (si es que los países anfitriones los aceptan) o dentro del alto gobierno (recuerden que ya hay uno como delegado en el proceso de paz en La Habana).

La impunidad que rodea todo lo que huela a los falsos positivos, demuestra que Santos estaba totalmente enterado de la planeación y ejecución de estos crímenes de lesa humanidad, los cuales, se dispararon  cuando él era ministro de defensa de Uribe. Y por supuesto, todos los funcionarios y altos mandos militares que reportaban a Santos también sabían absolutamente todo,.....generales, coroneles, mayores;....en resumen, toda la cúpula y oficiales de rango medio del ejercito están comprometidos hasta los tuétanos en la comisión de estos abominables crímenes.

Una pregunta es a su vez la respuesta que confirma la anterior hipótesis: ¿Por qué solamente solados, suboficiales y algunos pocos oficiales de rango medio han sido (o están siendo) procesados por estos horrendos crímenes?

La respuesta es imple. Todo lo que el gobierno de Uribe y ahora el de Santos le han vendido a la opinión publica no es mas que un “arreglo”. Si no es así, por qué no hay ningún general procesado por esos crímenes.

El arreglo consistió en que debían sacrificar a algunos coroneles (y a otros oficiales de menor rango), a quienes a cambio de poner a disposición ante una justicia de bolsillo les prometieron todos los beneficios posibles durante el tiempo que deberían permanecer aparentemente privados de sus libertad, luego de ser supuestamente condenados. De entrada, entre estos beneficios se incluyeron, acondicionarles resorts dentro de las instalaciones militares, permitirles que sigan disfrutando de todos (de hecho, muchos mas) los privilegios que tienen en el ejercito (casinos, carros oficiales, vacaciones).
Pero estos beneficios no eran suficientes para convencerlos de que entregaran sus cabezas; y obviamente, tampoco para garantizar que no delataran a sus superiores, incluyendo al ministro de defensa de entonces, el presidente actual Juan Manuel Santos. Así que tenían que darles beneficios mucho mas atractivos, los cuales era imposible que rechazaran: 1) que podían salir de sus resorts cuando se les diera la gana, irse de vacaciones, alternar su supuesta condena entre sus casas, los casinos del ejercito y los resorts (o los llamados Centros de Reclusión Militar - CRM); y el aun más atractivo, 2) volverlos billonarios mediante la adjudicación, a través de testaferros, de prácticamente todos los contratos de suministro de bienes y servicios que manejan las FFMM y que nadie controla.

Pero para que el arreglo se concretara tenían que contar con la participación de un actor muy importante, la Fiscalía General de la Nación. La instancia judicial que solo ahora anuncia que investigará las denuncias del carrusel de contratación en el ejercito, no importa que las interceptaciones que obtuvo la Revista Semana fueron filtradas desde la misma fiscalía y que eran parte de otra investigaciones. Lo cual demuestra lo selectivos que son a la hora de investigar. Si mientras adelantan una investigación se enteran de otras cositas que implican a sus protegidos (o a sus jefes), se hacen los "huevones" (para usar el lenguaje del general Borrero cuando conversa con el coronel Gonzalez).





Hay que quitarse las vendas, todos los procesos y supuestas condenas por los falsos positivos son una farsa. O acaso es creíble que la fiscalía y los órganos de administración y control carcelaria no sabían que militares condenados como el coronel Gózales, hacen lo que se les da la gana mientras pagan sus supuestas condenas?

Ahora bien, al arreglo le agregaron un componente jurídico aun mas importante. Uno que les garantizará una pronta “recuperación” de la libertad y el perdón de las condenas que en el papel están cumpliendo. En ultimas, el nuevo arreglo jurídico les otorgaría una amnistía definitiva a los crímenes de lesa humanidad, del cual por supuesto se beneficiarán también los generales, pues su responsabilidad en los crímenes de lesa humanidad nunca ni siquiera será mencionada. Es entonces cuando aparece el proyecto de Justicia Transicional.

Al pueblo colombiano y a la opinión internacional le vendieron el cuento de que el proyecto de justicia transicional será el elemento fundamental de los acuerdos de paz que se firmen en La Habana. Nada mas falso. La justicia transicional la concibieron, la diseñaron y la implementaran pero para dejar en la impunidad los genocidios y crímenes de lesa humanidad cometidos por los militares.

De hecho, el proceso de paz es solo una pantomima para justificar la aprobación del proyecto de justicia transicional. El plan inicial era la reforma al fuero militar, pues con el nuevo fuero asegurarían que aun los casos con condenas fueran revisados por la justicia penal militar, instancia en la que por supuesto, los implicados quedarían absueltos. No les funcionó y por eso el impulso que el gobierno le esta dando ahora a las negociaciones en La Habana. Una vez se firmen acuerdos sobre los puntos de la agenda, y si las FARC caen en la trampa, la justicia transicional inmediatamente entrará en vigencia; y antes que los negociadores y demás comandantes de las FARC, los primeros beneficiarios serán los militares implicados en la comisión de los crímenes, ya sean como autores intelectuales, determinadores o ejecutores.

Es claro que el silencio de los oficiales hasta ahora sacrificados no lo aseguraban solamente con volverlos billonarios y con las prebendas y privilegios antes mencionados. Tenían que ofrecerles limpiarles el nombre lo antes posible. Y es a ese compromiso que han estado ligados los proyectos de reforma al fuero militar, la aprobación de fondos especiales para su defensa; y obviamente la estrategia mas efectiva, la garantía de impunidad total a través de los beneficios de la justicia transicional.

Difícil saber si a estas alturas los negociadores de las FARC se habrán dado cuenta de que Santos los ha estado usando para limpiar el nombre de las FFMM. No hay duda que el proceso de paz es una farsa. De ahí que Santos haya descartado de tajo cualquier discusión sobre reformas a la institucionalidad militar. El único propósito de Santos y sus patrones militares es usar el proceso de paz como pretexto para hacer aprobar la justicia transicional y así amnistiar a los asesinos del ejercito.

Colombia ha estado por décadas y sigue en manos de los militares, más exactamente, de los militares gringos. Para el gobierno de EEUU es más importante tener controlado al estamento militar que a los políticos. Ellos saben que si mantienen a los militares de sus países clientes como “aliados” (léase, como sirvientes), aseguran el control político y económico del país. Eso explica porque prácticamente el mayor porcentaje de los miles millones de dólares que reparten entre los llamados “países aliados” empaquetados como “ayuda”, tiene como destino el fortalecimiento de las fuerzas militares en todos los aspectos: compra de armamento pesado y tecnología, entrenamientos conjuntos, adquisición de aviones, etc.  El caso de Colombia no es único. La práctica de compra de militares corruptos es vieja y se repite en uno y otro país. En Egipto, en Etiopia, en Pakistán, en Afganistán,…para solo mencionar los ejemplos mas relevantes de los últimos tiempos. Y en todos estos países, la misma tragedia: guerra, violencia, abusos de derechos humanos, atroces crímenes de estado, persecución a opositores políticos, desplazamientos,....miseria. Les suena familiar?

Los gringos saben que buena parte de los miles de millones de dólares de sus “ayudas” termina en los bolsillos de los generales y altos oficiales locales. De hecho, los mismos gringos lo permiten porque saben que alimentando la codicia de los generales, garantizándoles el ascenso en sus carreras y volviéndolos billonarios, aseguran su lealtad y su firme compromiso para que los “acuerdos de cooperación” para la guerra se perpetúen (Plan Colombia). A los gringos, la compra de la lealtad servil de los generales, les alcanza hasta para permitirles que cometan los delitos mas atroces; de hecho, los entrenan para que cometan sistematicamente esos delitos.


Si las FARC caen finalmente en la trampa y firman un acuerdo con Santos, tal vez eso sea lo único que en principio, les cumplan. En principio, porque como las mafias políticas, militares y paramilitares no serán desmontadas, una vez reinsertados empezará el asesinato selectivo y luego masivo, tal como sucedió con el magnicidio de la UP. A los comandantes de las FARC que estén pagando los 8 años que establece la justicia transicional los acusarán de seguir vinculados en el negocio del narcotráfico, y hasta de atentados terroristas (montados por el mismo ejercito, obviamente), y terminarán en una cárcel de EEUU acusados de terrorismo y narcotráfico.

Y todo habrá salido según planes. Las FFMM aun mas fortalecidas, los pocos guerrilleros que no sean asesinados escaparán nuevamente  a las selvas del país como única opción para proteger sus vidas, y a re organizarse para continuar la guerra.........La guerra que el gobierno gringo y sus títeres militares están interesados en perpetuar. Un país en paz y con justicia social no les permitirá seguir con la danza de los billones.

Tal vez haya una ultima y única salida para salvar al país. La recuperación del país tal vez empiece con la derrota del narcouribismo/santismo en las elecciones de Marzo y Mayo. Y para lograrlo la única posibilidad es que las fuerzas políticas que se dicen de izquierda se presenten unidas a las elecciones de congreso y presidente. Solo con mayorías en el congreso y ganando la presidencia, tal vez haya un futuro mejor para Colombia.  

viernes, 19 de octubre de 2012

Lo que las mafias políticas, oligarquías y medios serviles no quieren que los colombianos escuchen….


El mensaje de Iván Márquez durante el lanzamiento oficial de las negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y las FARC es tan claro y contundente en toda su extensión que no requiere comentarios adicionales….escúchenlo y hagan sus propias reflexiones..


Lo que si hay que comentar es la reacción patética y tardía de los “grandes medios” nacionales, quienes, como era de esperar,  no transmitieron la alocución de Márquez.  Con la desfachatez que los caracteriza, suspendieron la transmisión de este importante evento inmediatamente luego del discurso de Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador de Santos.

Pero preocupados por  el extenso cubrimiento y  difusión internacional que tuvo el discurso de Iván Márquez, en un intento tardío por desacreditar las verdades que el representante de las FARC expuso,  hoy,  todos esos medios prepago/serviles amanecieron haciendo comentarios no solamente patéticos y ridículos como que las declaraciones de Márquez eran una conspiración contra el gobierno y un incumplimiento de lo que, según ellos, hacia parte  del acuerdo general suscrito en Cuba; sino una clara amenaza al proceso mismo de paz.  Para la gran prensa colombiana, denunciar frente a la opinión pública internacional y con lujo de detalles, la cruda realidad colombiana que ellos ocultan, constituye un acto de conspiración y una demostración  de que las FARC no tienen voluntad real de abandonar las armas.

De hecho, y para colmo de su mediocridad y cinismo, esta gran prensa pretende hacerle creer a la opinión pública que las denuncias de Márquez le dan la razón a los sectores de la sociedad y política colombiana que se oponen a las negociaciones (que en realidad es un solo sector, el cartel de las mafias políticas, militares y empresariales cuyo jefe es el narcoparamilitar Alvaro Uribe Velez). 

Pero un superficial análisis de los hechos y realidades lo que permite concluir y corroborar, con ocasión del discurso de Márquez, es que el proceso de paz representa la más terrible e inminente amenaza para esas mafias de políticos, criminales y corruptos, pues les aterroriza perder o ver reducido su poder económico, político y criminal.
     
Los que a los medios serviles no les parece cínico son las declaraciones que hacen miembros del equipo negociador (y el propio Santos y el estamento militar), como la que  hizo en Oslo Humberto de la Calle a algunos periodistas:  Dice de la Calle que esta vez  las  “FARC tienen que darle la cara a las víctimas”.

La pregunta inmediata que surge es si la misma exigencia aplicará para la estado colombiano como contraparte del conflicto.  Porque si la contraparte no es el estado colombiano, quien entonces les “dará la cara” a los más de 3 mil inocentes y humildes campesinos y habitantes de barrios marginales asesinados vilmente por el ejército de Colombia solo en los últimos 10 años (falsos positivos);  a los cientos de colombianos inocentes asesinados en las decenas de masacres;  a los familiares de los casi cinco mil miembros de la UP que fueron asesinados en los 80’s;  a los miles de desaparecidos;   a los millones de inocentes campesinos desplazados y despojados de sus parcelas, etc., etc.??

A los colombianos no se les debe olvidar que todos estos crímenes han sido y siguen siendo cometidos por las propias fuerzas del Estado, o en evidente colusión con sus fuerzas paramilitares, con la aprobación y apoyo del gobierno de los EEUU y sus multinacionales, y con la complacencia y complicidad de las mafias políticas y empresariales locales que se benefician de la guerra.



miércoles, 17 de octubre de 2012

El cartel nacional de la contratación, las concesiones y las licencias ambientales y mineras…


El país está ya saturado de escuchar las noticias selectivas que los grandes medios han difundido durante los últimos años sobre la corrupción rampante que imperó en el Distrito Capital como parte de la adjudicación de prácticamente todos los contratos de construcción de obras públicas, hospitales, colegios, …y en general,  en todo programa de gobierno cuya ejecución requería la participación de contratistas privados.

Lo que al país no le cuentan los grandes medios, y cuando lo hacen, lo hacen selectiva, tímida y artificiosamente, es sobre el aún mucho más grande carrusel de las contrataciones, concesiones y licencias que ha existido y sigue operando a nivel nacional.  Por estos días por ejemplo, algunos periodistas posando de indignados, nos cuentan solo una parte de la historia asociada a la corrupción rampante que ronda la contratación del megaproyecto denominado “la ruta del sol”; el cual por los antecedentes (recuerdan la millonada que se robaron contratistas y funcionarios luego de la liquidación del contrato de COMSA cuyo objeto era la construcción de la ruta Tobiagrande-Puerto Salgar?!!) se debería más bien llamar: “la ruta de la corrupción”.  Y decimos que nos cuentan solo una parte de la historia porque la indignación de los periodistas unicamente les alcanza para condenar al contratista del tamo 1 de este proyecto, omitiendo mencionar que las anomalías que hoy denuncian aplican a todo el proyecto y son el resultado del proceso turbio de adjudicación de todo el contrato por parte del entonces nefasto ministro de Transporte Uriel Gallego.

Aparte de las ineficiencias y corruptela que también ronda durante la ejecución de los estudios de ingeniería, este contrato en particular es el reflejo de la rampante corrupción que ha existido siempre en el ministerio de transporte y sus dependencias anexas.  Como se explica que el contratista seleccionado para ejecutar el primer tramo haya sido el que presentó una propuesta 400.000 millones de pesos más baja que los competidores ( a menos que le hayan pedido que oferte para un proyecto diferente, un mini proyecto) con todos los riesgos asociados a un proyecto de concesión, para no mencionar los riesgos inherentes a las deficiencias de los estudios en los que se basan todos estos procesos de contratación??.

La naturalidad y desvergüenza con que el contratista sale ahora a “justificar” la suspensión de las obras (problemas geológicos, ambientales, etc.), lo único que corrobora es que ese contrato se adjudicó con el conocimiento pleno de que no era financieramente sostenible y como tal por el camino lo arreglarían.  Es evidente que el negocio se fraguó durante el proceso de licitación y adjudicación,  y en el tuvieron que participar el ministro de entonces y sus más cercanos secuaces responsables de la evaluación de las propuestas y adjudicación.  De ahí que no haya ningún interés por parte del ministerio, ni de ninguna autoridad de control competente, en investigar las condiciones en que se adjudicó el contrato;  mucho menos,  en obligar a que el contratista se adhiera a las condiciones iniciales del contrato e inicie su ejecución inmediatamente.  Hacerlo equivale a meterse con el poderoso cartel nacional de la contratación, el cual siempre ha existido, pero que durante el narco gobierno de Uribe alcanzó proporciones insospechadas.

El proyecto “la ruta de la corrupción”  es solo uno de los cientos de casos que desangran los recursos de la nación, recursos con los que se podrían resolver muchas de las necesidades básicas de los millones de colombianos que viven en la pobreza.  De hecho son tantos los casos, y las cifras que se roban alcanzan tal magnitud, que ya ni las millonarias ganancias que se derivan del narcotráfico son tan atractivas;  y todo bajo un manto de legalidad; en el peor de los casos,  el único cargo que enfrentan es de tipo administrativo, y del que en ultimas terminan exonerados pues los tentáculos de este cartel también alcanzan a grandes personalidades del congreso quienes mantienen estrechos vínculos con la Procuraduría, Contraloría, Fiscalía, Corte Suprema.

Pero quienes conforman el cartel nacional de la contratación no son solo miembros de la mafia de contratistas y  funcionarios de las entidades contratantes.  De ellos hacen parte también funcionarios de alto y medio rango responsables de la aprobación de las licencias ambientales y mineras (en el caso de concesiones mineras) que según “las leyes vigentes” deben obtener primero este tipo de proyectos.  La participación de estos bufones que posan de ambientalistas no termina con la parodia del proceso de otorgamiento de las licencias.  

La relación intima entre los contratistas/concesionarios (y concesionarios mineros) y sus socios en las agencias ambientales y mineras no termina con la aprobación de las licencias.  Durante la ejecución de los proyectos, estos bufones le hacen creer al pueblo colombiano que vigilan y monitorean el cumplimiento de las obligaciones ambientales y de tipo social que incluyen las licencias.  Basta un análisis superficial de las condiciones ambientales y sociales que imperan en todas las zonas afectadas o intervenidas (o sus áreas de influencia) por los proyectos y macroproyectos, que se venden como de interés nacional, para darse cuenta que todas las condiciones y obligaciones incluidas en las licencias ambientales y mineras no son mas que  letra muerta. 

Casos que permiten entender el enorme poder corruptor de las mafias de la contratación nacional, los hay por decenas. Para medir el grado de indignación y repulsión de los colombianos, a continuación presentamos solo algunos de los casos más representativos:
  • El proyecto de construcción, rehabilitación y mejoramiento de la vida Bogotá-Villavicencio – Mas de 25 años en ejecución, billones de pesos en los bolsillos de funcionarios corruptos y contratistas, y sin esperanzas de que el viaje de 3 horas se vuelva realidad.
  • La concesión de Cerromatoso – opera con una licencia chimba expedida en la década de los 80’s (de esas inutiles que expedia el INDERENA).  El resultado es que nadie puede dar cuenta sobre la pertinencia, cobertura y efectividad de las medidas ambientales y compensaciones de tipo social que supuestamente la multinacional debía implementar. Por el contrario, la pobreza imperante en la región y la devastación de sus recursos ambientales son prueba incontrovertible de la “prosperidad” que esta concesión le ha traído a la región y al país.  Tal vez por esa incontrovertible prosperidad es que la renovación de esta concesión está prácticamente asegurada.
  • La represa de El Quimbo – los intereses de los “inversionistas extranjeros” y comisiones pagadas a los corruptos funcionarios que aprobaron el proyecto pesaron más que los reclamos y el bienestar de los miles de habitantes de la zona del proyecto, quienes finalmente terminaron atropellados, estigmatizados y desalojados violentamente.
  • Proyecto de desvió del rio Ranchería - Cerrejón – La multinacional (Xtrata, Angloamerican and Billiton) dueña del proyecto, en contubernio con funcionarios del Ministerio del Interior, están ofreciendo a los indígenas Wayuu chivos, vacas, cercas de alambre, construcción de quioscos y otras “obras sociales” similares, como parte del proceso de “consulta previa” que están obligados a adelantar con miras a obtener la licencia ambiental del proyecto…
La opinion publica debe tener presente que el cartel de la consruccion, concesiones y licencias es solo uno de los tantos que desangran a Colombia. Los hay en practicamente todas las instituciones del estado:

El cartel de la salud...
El cartel del INPEC...
El cartel de la Direccion Nacional de Estupefacientes...
El cartel de las regalias...
El cartel del INCODER...
........

Buscar en este blog