Los crímenes y daños sociales, materiales y
económicos causados al país por el narcotraficante Pablo Escobar son juego de
niños comparados con los que ha cometido y sigue cometiendo Uribe y su cartel de
narco paramilitares.
Es cierto que Pablo Escobar asesinó a cientos
de colombianos, no solo agentes del estado sino a cientos de ciudadanos que no
tenían nada que ver con sus negocios como narcotraficante, menos con la guerra que
le declaró el gobierno. Una guerra en la que participaron no solamente el
estado colombiano sino militares, agentes secretos y mercenarios del gobierno
de EEUU, en alianza con mafias de otros carteles y con los paramilitares
comandados por Carlos Castaño (las AUC), a quienes también les interesaba sacar
del negocio al jefe máximo del cartel de Medellín.
La alianza, por supuesto, resulto exitosa. Luego
de haber escapado del palacio que tuvo por prisión y que Cesar Gaviria le
construyo en Envigado (la famosa catedral), Escobar fue asesinado y
con su asesinato le hicieron creer, no solo a los colombianos sino a la
comunidad internacional, que el cartel de Medellín había desaparecido.
Nada más distante de la verdad y realidad.
Como algunos pocos incrédulos lo advirtieron en su momento, el escalamiento de
la guerra contra Pablo Escobar lo que
produjo fue el fortalecimiento de los
carteles que ayudaron en la cacería de Pablo Escobar, del propio cartel de
Medellín; y por supuesto, el fortalecimiento de los paramilitares congregados
en ese entonces en las AUC. Evidencia de que la guerra no era contra el cartel
de Medellín sino contra su jefe máximo para contrarrestar la vergüenza que estaba
viviendo el gobierno de Cesar Gaviria ante el mundo por los acuerdos de
sometimiento, la construcción del palacio para su reclusión y su posterior
burla con la fuga.
La furia desatada en contra de Escobar tenía
también un valor simbólico importante para el gobierno de EEUU, pues con su
asesinato el mensaje que pretendían enviarle al mundo era que, en su política
de guerra contra las drogas, no había enemigos invencibles. Lo que muy pocos
notan es lo selectivos que son al escoger a sus enemigos; bien sea que estos
sean capos del narcotráfico o dictadores de países subyugados a sus intereses;
a quienes sostienen o protegen hasta cuando ya no les sirven, o hasta cuando su
doble moral e hipocresía se vuelve insostenible ante la comunidad
internacional.
Los capos del cartel de Cali, por ejemplo, que
en alianza con los paramilitares de Castaño, fueron los artífices de la muerte
de Pablo Escobar, fueron luego también objeto de persecución y sometidos a la
justicia gringa, aunque al final resultaron con penas menores si se comparan con
las que les han impuesto a narcotraficantes de rango menor, incluso menores que
las que han impuesto a personas capturadas en los aeropuertos con drogas en sus
vientres.
El fortalecimiento de las AUC de Castaño, por
el contrario, continúo en acenso y con la llegada de Alvaro Uribe a la
gobernación de Antioquia, no solo se fortalecieron aun más sino que
prácticamente fueron cobijados con una manto de legalidad, bajo la figura de
las celebres Convivir. Este podría tomarse como el punto de partida del renacimiento/relanzamiento
del cartel de Medellín, esta vez encubierto bajo distintas denominaciones
dentro del programa de las Convivir y bajo el liderazgo de quien desde ese
momento fuera identificado como su candidato para ser presidente de la República, el
reconocido “estadista” Alvaro Uribe Velez, quien paradójicamente era en ese
entonces identificado como el narcotraficante No. 82 en los archivos del Departamento de Defensa de los EEUU.
De hecho, la nominación como futuro candidato
presidencial no fue del todo nueva pues el mismo Pablo Escobar, en sus
reuniones sociales y ferias caballistas no ahorraba elogios con el hijo
aventajado de la familia Uribe Velez. Un muchacho de empuje, con mucho futuro
político, son apenas algunas de las palabras elogiosas que dejó sembradas Pablo
Escobar en la mente de su pariente Alvaro Uribe Velez . Y no se equivocó!
Lo que siguió al renacimiento o refundación
del cartel de Medellín todo el mundo lo conoce o al menos lo ha vivido o
padecido. Su jefe máximo se hizo a la presidencia de la Republica, lo re
eligieron (y casi que lo re reeligen), se tomaron casi la mitad del congreso (y
a muchos congresista no elegidos por ellos, luego los compraron), y parientes
cercanos de Pablo Escobar se convirtieron en la mano derecha de su presidente y
jefe.
Una vez en la Casa de Nariño sus socios no
solo tenían que ser absueltos (o sancionados con penas irrisorias) por los
horrendos crímenes que habían cometido sino que sus inmensas fortunas debían
ser legalizadas. Pero como no todo es perfecto, presionado por la comunidad
internacional, el jefe del cartel en funciones presidenciales se vio obligado a
introducir cambios al acuerdo de impunidad negociado de antemano con sus socios
(ley de justicia y paz, es el nombre oficial que le dieron a ese contubernio).
Como era de esperar, esos cambios fueron
interpretados como un acto de traición por parte de sus socios y es entonces
cuando estos empiezan a soltar denuncias que comprometían a hombres de
confianza del presidente. Acosado y temeroso de no poder contrarrestar las
denuncias en su contra, el narcopresidente optó por la salida de extraditarlos a los EEUU,
decisión que tomó en el transcurso de horas. Plan B cuasi perfecto: cualquier denuncia que
desde las cárceles de EEUU hicieran en su contra seria interpretada como una
retaliación por haberlos extraditados.
Hay que agregar sin embargo, que la decisión
de extradición tuvo el total respaldo del gobierno de EEUU, al punto que
tuvieron que armarles expedientes de narcotráfico en cosa de horas. Todo por
supuesto, a un costo muy alto para la soberanía territorial y económica del
país. Si antes los gringos tenían enorme influencia en las decisiones
políticas, sociales y económicas del gobierno colombiano, con el arrodillamiento
al que sometieron a Uribe, se hicieron prácticamente al control absolutos del
estado, su soberanía y sus recursos.
Todo lo anterior para demostrar que los daños
que el narco para expresidente Uribe le causó y sigue causando a la nación son
infinitamente más grandes que los que sufrió el país durante la guerra contra su
pariente y socio Pablo Escobar. Los horrendos crímenes cometidos por Pablo
Escobar son una caricatura comparados con los cometidos por el narcoparauribismo. Además, en el caso de Uribe, a los crímenes de
lesa humanidad, hay que sumarles los daños materiales, sociales, económicos y
morales, los cuales, por su carácter ni siquiera han podido ser aun
comprendidos en toda su dimensión.
Como ejercicio de memoria solo recordemos
algunos de los mas execrables:
Pero lo peor de todo
es que todo lo anterior (y lo que falta por reseñar) ni siquiera podemos
recordarlo como cosa de un funesto pasado. El jefe del cartel de Medellín sigue
más vigente que nunca. Dejó en la presidencia a uno de sus ministros, en el
congreso y en altos cargos de la nueva administración a muchos otros de sus
secuaces; y para aumentar la tragedia, no para de insultar a los colombianos y
a la justicia, interviniendo abiertamente en procesos judiciales en contra de secuaces
que lo acompañaron en su narcogobierno....
- Mal contados, más de 2000 civiles inocentes asesinados para hacerlos pasar por guerrilleros;
- Cientos de desaparecidos, entre sindicalistas, profesores, defensores de derechos humanos, líderes comunitarios, periodistas independientes;
- Millones de humildes campesinos desplazados violentamente de sus poblaciones y veredas de origen, a quienes además les arrebataron millones de hectáreas de tierras;
- Cientos de masacres, algunas incluso auspiciadas cuando era gobernador de Antioquia;
- Institucionalización de la corrupción, que se materializó con el robo de billones de billones de pesos en prácticamente todas las entidades del estado, a nivel nacional, regional y local;
- Entrega de lo que quedaba de soberanía nacional al gobierno de los EEUU; y del patrimonio económico y recursos naturales, a sus corporaciones; en contraprestación por el encubrimiento a sus actividades como narcotraficante del cartel de Medellín;
- Agente desestabilizador de America Latina y creador de hostilidades en contra de gobiernos vecinos que se distanciaron del régimen gringo;
A mi me parece que afirmar que Uribe lo que hizo bien fue luchar contra la guerrilla, es otra vil estupidez como la de Santos (el Vicepresidente anterior), este tipo se la paso fue manipulando su poder para lograr sus bajos propositos. Uribe, fue quien armo las chuzadas dentro de sus intereses, manejo la supuesta operacion jaque, para hacer creeer que es un heroe. Definitivamente lo unico que muestra quienes somos, son los propios resultados y estos solo fueron un desastre, si hablamos los de el hombre de la mano fuerte y el corazon grande. Mano fuerte para manipular a sus sirvientes subordinados y arreglar supuestas desmovilizaciones y falsos positivos, y corazon grande para convertirlo en una bodega y apoderarse de todos los fondos de la salud, y acabar con la poca dignidad que nos quedaba. Y ahora los colombianos serviles, ignorantes y conformistas, pelean por este sujeto, para que vuelva al poder y nos termine aniquilando. Sera que no hay quien lidere un proceso politico, que destape toda esta podredumbre, mande a la carcel a los corruptos, e inicie un proceso de progreso para este pobre pais, todavia afectado por la pasion politiquera de los años cincuenta y sesenta. Dios nos perdone.
ResponderEliminarjajajajajaj y como callo jojoy, reyes, cano que disque vivian sabroso en el monte solo sintieron la fuerza publica que cuando les cayo les hizo recordar que al que hierro mata , vea si en el govierno de pastrana no se podia andar por las carreteras despues de las 5 pm, se les acabo el sueño a su heroes el estado los puso a correr para venezuela donde viven como reyes mientras los estupidos caen como moscas, DIOS PERDONE LA FALTA DE MEMORIA, nada mas cuantas personas murieron en bojaya por un cilindro bomba lanzado por las farc??? 79 afros y seis meses piedad cordoba gritaba que nesecitabamos mas marulandas vivos en colombia que asco, y los muertos de si etnia de la que dice representar donde quedo???
EliminarEs bien sabido que Alvaro Uribe es un mafioso, eso no es secreto, lo que pasa es que los estados unidos a cambio de la soberania le taparon todas las porquerias que ha hecho toda la vida como narcotraficante. Porque, los medios de comunicacion, nunca han hecho un bombo de la lista clinton, donde esta este sujeto en el puesto 82, como narcotraficante, y todavia le anda diciendo a los colombianos que es un hombre honesto y claro. Todavia hay ignorantes colombianos (y muchisimos), que quieren volverlo a subir al poder. Por Dios, que pasa con esta nacion servilista y conforme.
ResponderEliminarla verdad del chismoe y la cizaña elcolombiano promedio y mediocre vive, por que un tipejo de tercera como IVAN CEPEDA que se la pasa visitando pillos y pagandoles para que se inventen porquerias para el salir como el buen samaritano jejejejej me pregunto la violencia cretina de las farc no merece un comentario de este señor??? o claro como el papa de ivan cepeda tiene un merecido homenaje de este grupo y por eso le pusieron frente manuel cepeda vargas al grupo que asesina extorsiona a los colombianos de apie del valle, lindo homenaje lo que pasa es que los extremos son malos pero tragar con el cuento de la izmierda y la derecha nos llevara a un abismo del cual los dos extremos son muuuuyyy malos!!!!
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