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lunes, 26 de mayo de 2014

Elecciones 2014: Dilema de segunda vuelta no es entre guerra y paz sino entre rumbo definitivo al abismo y la última oportunidad de sobrevivencia

El proceso electoral colombiano y el triunfo del candidato del narcoparauribismo confirman lo que aquí se ha escrito en varias ocasiones. Que la inmensa mayoría, de la minoría de colombianos que votan, creen que el derecho de elegir a sus gobernantes es un ejercicio democrático genuino y que su voto realmente cuenta  a la hora de establecer las prioridades y sopesar los intereses colectivos una vez el elegido asume el poder.

A esa falsa premisa, hay que agregarle el hecho de que su decisión de por quién votar es en muchos casos forzada o inducida, influenciada por información tergiversada y manipulada que no coincide con la realidad, asi esa realidad la estén sufriendo, viendo en su cotidianidad. Los discursos triunfalistas no pueden alegar que sus electores votaron en conciencia si la información que les han suministrado y en la que basan su decisión es tergiversada, y en el peor y más común de los casos, opuesta totalmente a la verdad.
No de otra manera se explica que derechos humanos fundamentales como es el derecho a vivir en paz y dignamente, sea mezquinamente manipulado a tal punto que a millones de seres humanos les han inyectado la perversa idea de que la paz se logra ganando las guerras, esto es eliminando al “enemigo”.

En el caso colombiano la manipulación del derecho a vivir en paz ha superado los límites de la mezquindad humana. Asi es como se puede retratar lo que está sucediendo durante el proceso electoral en curso con miras a elegir al próximo presidente de Colombia. Con mayor o menor nivel de mezquindad, tanto la campaña del presidente candidato como la de su contendor han usado políticamente el derecho a vivir en paz que tienen todos los colombianos.

Los dos candidatos que quedan en la contienda electoral mienten cuando identifican solamente a la guerrilla como la causante de la violencia y miseria que azota al país. Los dos candidatos no solo encubren la violencia y el terror causado por el estado, sino el hecho incuestionable de que el origen y agudización de la miseria e injusticia social se deriva de las políticas económicas en favor de las elites locales y trasnacionales.

En ultimas, manipulan la información y juegan perversamente a la guerra contra la guerrilla para esconder el hecho de que el conflicto interno ha perdurado (o lo han hecho perdurar) por más de 50 años, simplemente porque la guerra no es contra un grupo de colombianos que decidió recurrir a las armas para defenderse de la violencia, el terrorismo y explotación estatal, sino contra todo el pueblo colombiano, como pretexto para, a través de la represión y violencia, mantenerlo a raya y asi asegurar que el control del poder estatal, la propiedad de las tierras y la explotación de sus recursos siga en manos de unos pocos privilegiados. 

No hay muchas diferencias en la manipulación perversa del conflicto entre las dos campañas presidenciales que se disputarán la presidencia el próximo 15 de Junio, pues al fin y al cabo los dos candidatos son fieles representantes de esas clases dominantes que buscan perpetuarse usando como pretexto precisamente la existencia del conflicto. El dilema de siempre de los colombianos:  votar por el menos peor o el menos dañino para el país.

No obstante, hay hechos reales como las negociaciones de paz que se desarrollan en La Habana que deberían considerarse a la hora de inclinarse por la re elección de Santos. No como una expresión de voto de confianza plena en sus reales intenciones en la mesa de negociaciones y en el proyecto de paz que tenga en mente, sino porque la dinámica y resultados parciales de las negociaciones, asi como la trascendencia que han tenido en el ámbito internacional, podrían influir para que en un segundo gobierno de Santos, los eventuales acuerdos que finalmente se plasmen en un documento se constituyan en el referente para el diseño de un pais mas justo, asi muchos de los cambios que resulten de las negociaciones no se puedan concretar en el inmediato plazo.

Quienes voten por Zuluaga no votarán por un proyecto alterno de paz como lo pretende vender su campaña. De hecho, lo que plantean no debe llamarse una propuesta alterna de negociaciones, pues no se puede hablar de “negociación” cuando lo que esperan es la rendición del enemigo; pero aun, cuando ese enemigo ha sido magnificado, usado perversamente y responsabilizado como el único causante de las desgracias del país.  Es una treta burda del narcoparauribismo pretender hacer creer que, aun en el evento de que las FARC acepten rendirse, entregar las armas y someterse a la justicia, el conflicto interno llegará a su fin y que todos los problemas sociales y económicos se solucionarán como por arte de magia. 
    
Es iluso pensar que aun con Santos se verán cambios significativos en la vida de la mayoría de colombianos, ni siquiera tal vez para quienes han sufrido directamente las consecuencias de la guerra, pero al menos, con un proceso de negociación política del conflicto en curso, persiste la esperanza de que en el corto plazo pueda haber un cese del asesinato de colombianos y que durante ese periodo nuevas fuerzas internas o fuerzas externas puedan coadyuvar a que el gobierno instituya unas mínimas reformas sociales y económicas, asi el modelo económico depredador y explotador continúe siendo el referente de las políticas macro.  

Nada de eso se vislumbra si el narcoparauribismo puro reasume el control del estado. La violencia y terror estatal se agudizarán desde el primer día de su narcogobierno. La “Colombia distinta” que promete el narcoparauribismo no puede entenderse sino como la culminación del proyecto de refundación de la patria, el cual se vio truncado tras el impedimento para la tercera re elección de Uribe. 

Esa Colombia distinta no está planteada pensando en el país como nación; ni siquiera pensando en los 3.5 millones de votantes que le permitirán volver al poder; de hecho solo una mínima fracción de esa masa de votantes será beneficiaria de ese proyecto guerrerista: los narco terratenientes que podrán recuperar y acumular ilegalmente más tierras, las mafias empresariales y financieras que ganan con cualquier candidato pues siempre le apuestan a todos los candidatos en contienda, los señores de la guerra (narcoparamilitares y altos mandos de las FFMM), y las mafias políticas en el congreso que aun habiendo apoyado a Santos, e incluso haber sido elegidos por la Unidad Nacional, estarán prestos a dar la voltereta y re acomodarse dentro del narcoparauribismo y asi garantizarle la mayoría aplastante que necesita para aprobar todos los proyectos de ley que presentará su presidente títere.   

Por fuera de la masa electoral también hay muchos buitres y halcones frotándose las manos y cruzando los dedos para que el narcoparauribismo retome el poder: los mercaderes de la muerte, léase los fabricantes de armas y equipos de guerra; los denominados inversionistas extranjeros que quieren más gabelas tributarias, garantías jurídicas e inmunidad para saquear los recursos; y por supuesto, el gobierno gringo que por ser el depositario del prontuario criminal de Uribe (y por ende su protector contra su enjuiciamiento), será quien realmente definirá las políticas económica, militar e internacional de su tercer mandato (más bases militares, rompimiento de relaciones con Venezuela, centro de operaciones para una eventual intervención militar contra Venezuela, más gabelas para sus multinacionales, incremento de la deuda,…)  

La gran mayoría de electores no escaparán a las persecuciones, desapariciones, desplazamiento, asesinatos selectivos y ejecuciones extrajudiciales que volverán a ser crimines de estado cotidianos, una vez retomado el poder. Sus victimarios no les preguntarán o pedirán prueba de que votaron por Uribe al momento de su ajusticiamiento.


jueves, 15 de mayo de 2014

Democracia en Colombia - Un grotesco espectáculo electoral y un pueblo hipnotizado

Por qué los colombianos toleramos, permitimos tanta mentira disfrazada de verdad, condición que es utilizada por los psicópatas mentirosos que ostentan el poder para justificar y/o defender sus actos de corrupción, crímenes y toda clase de acciones de gobierno destructivas y en contra de los intereses de todos los colombianos?

Tal vez la mejor explicación a este fenómeno de acondicionamiento y aletargamiento mental la dio el premio nobel de literatura de 2005, Harold Printer, quien en su discurso durante la ceremonia de recibo del premio expresó: “el grado de nuestro adoctrinamiento es un brillante, incluso ingenioso y altamente exitoso acto de hipnosis, como si la verdad nunca ocurriera asi la veamos que está ocurriendo [frente a nuestros ojos]”.

Nada más claro y oportuno para describir el estado mental que predomina en la inmensa mayoría de colombianos y que se refleja con mayor intensidad en época electoral: viven en un absoluto estado de hipnosis. 

No de otra manera se puede explicar la energía y tiempo que los colombianos dedican, (malgastan) pendientes del grotesco espectáculo politiquero del momento y, peor aún, que sea la verborrea y mentiras que escuchan durante las campañas políticas, lo que determina su posición política y decisión de votar por uno u otro de esos candidatos farsantes, que en últimas representan a la misma camarilla de rufianes.



El caso más patético se revela por estos días con ocasión de las mutuas acusaciones entre las campanas del narcoparauribismo y la del santismo.  No es que las acusaciones per se sean falsas, o simples acciones políticas de guerra sucia como las minimizan los medios prepago.  La historia y hechos que ocurren a diario demuestran que tanto unos como otros  han estado siempre estrechamente ligados al mundo del narcotráfico, al crimen organizado y a las mafias políticas y económicas trasnacionales que en conjunto son las que determinan a quienes ponen a la cabeza del gobierno de turno, todo dentro de un sistema político y económico corrupto diseñado para que solo representantes serviles e incondicionales defensores de sus intereses se roten el poder.

Esta es la primera y más importante verdad que hay que comprender, y como tal no se puede permitir que los politiqueros, en complicidad con sus medios prepago, la escondan, manipulen o entierren. 

Solo cuando esta verdad es entendida e incorporada en nuestra mente es que se puede interpretar y desenmascarar la otra categoría de acusaciones entre uno y otro bando, y que pretenden presentar como muestra de sus diferencias de tinte ideológico. Entre estas, las más patéticas son las que viene haciendo el narcoparaco Alvaro Uribe Velez en sus correrías promoviendo la candidatura de su títere Oscar Iván Zuluaga. Veamos algunas de estas burdas acusaciones, y algunas de sus falsas y cínicas promesas de campaña:  

  • El presidente Santos es el candidato del castro-chavismo, del petrismo y de la “far”;
  • Santos le terminará de entregar el país a la guerrilla
  • La paz solo es posible cuando matemos al último de los guerrilleros;
  • Solo con seguridad democrática habrá prosperidad para todos;
  • Nuestra prioridad será el apoyo al campo y a nuestros campesinos;






……………………………….

Y por el lado del santismo:
  • En mi campana del 2010 no entró ni un centavo del narcotráfico, dice Santos
Claro que entraron millones de dólares, como han entrado siempre en todas las campañas legislativas y presidenciales que antecedieron la de Santos. Es apenas inherente a la naturaleza mafiosa del Estado desde que el narcotráfico se enquistó en la vida política, social y económica del país; monstruo que por lo demás, es un engendro de las políticas de guerra contra las drogas disenadas y promovidas por el gobierno gringo.





Por eso no es osado pensar que la negociación del narcoparaco conocidos con el alias de Comba no tenía como fin su entrega a las autoridades colombianas.  Su objetivo era que Santos le acelerara su proceso de extradición a los EEUU, y lo lograron. Múltiples hechos recientes demuestran que a los narcoparacos les ha ido muchísimo mejor en los EEUU que en Colombia. Allá si acaso pagan cárcel por unos pocos años, periodo durante el cual culminan negociaciones con autoridades gringas (les entregan buena parte de sus fortunas,…o más exactamente, las comparten con los gringos), y luego salen libres, aun millonarios, se quedan a vivir en EEUU, e incluso son tratados mucho mejor que un inmigrante honrado. 

Mas sobre el santismo:
  • Los TLCs traen inmensos beneficios para todos los colombianos;
  • La justicia es autónoma y eficaz;
  • No descansaremos en combatir la corrupción;



Toda esta sarta de burdas acusaciones y mentiras no tendría ningún efecto en la vida de los colombianos si no fuera por la amplificación que les dan los medios prepago del sistema, cuya misión es manipular las verdades y hechos cotidianos que ellos perciben como amenaza para la perpetuación del sistema corrupto, el que a su vez los enriquece y sostiene como un poder detrás del poder gubernamental. 




Y es que la propaganda que utilizan estos medios prepago para presentarse como medios independientes es de hecho otra de las grandes mentiras. No se requiere sino una pizca de cerebro para desenmascararlos cuando se escucha por ejemplo la propaganda de BluRadio, que con toda la desfachatez, se autoproclaman como ejemplo de “periodismo independiente, con contexto, que no es amigo del poder sino que lo vigila….”, etc., etc.  Su farsa se desploma cuando se conoce que sus dueños, la familia Santodomingo, son precisamente miembros de las elites/clanes familiares y mafias políticas y empresariales que eligen, usufructúan y sostienen el sistema corrupto que dicen vigilar. 

Tanto para los políticos como para periodistas colombianos,  razonamiento como el que guiaba las actuaciones del criminal de guerra Henry Kissinger (tan admirado y venerado en Colombia), está también enquistado en sus mentes: “lo que importa no es lo que es verdad sino lo que es percibido como verdad”.

Para terminar, volviendo al discurso del premio nobel Harold Printer, vale la pena resaltar el siguiente aparte:

“La mayoría de los políticos, con base en la evidencia disponible, no están interesados en la verdad sino en el poder  y en el sostenimiento de ese poder. Para mantener ese poder es esencial que la gente continúe siendo ignorante, que el pueblo viva ignorante de la realidad, incluso de la realidad de sus propias vidas.  Lo que nos rodea por lo tanto es una inmensa alfombra de mentiras, de las cuales nos alimentamos.”



lunes, 29 de noviembre de 2010

La salud mental de los colombianos y el servilismo/lamboneria hacia Uribe

Muchos analistas sociales y políticos del país han tratado de explicar las cifras del inmenso favoritismo de Uribe durante su gobierno. La explicación se torna más difícil, considerando que después de haber dejado la presidencia, millones de colombianos aun siguen defendiéndolo y venerándolo a pesar de las evidencias que lo comprometen directa e indirectamente en un sinnúmero de actuaciones criminales y violaciones de la constitución nacional.

Pero la explicación es más simple de lo que parecía. El más reciente estudio sobre la salud mental de los colombianos (que paso desapercibido para la mayoría de los colombianos), elaborado por el Estudio Nacional de Salud Mental, concluye que el 40% de los colombianos padece algún tipo de trastorno mental. Aunque el porcentaje de trastornados mentales es todavía inferior al casi 80% de favoritismo con que salio Uribe, hay otros factores asociados a las encuestas y a características de otros grupos poblacionales que ayudan a explicar la cifra total de su favoritismo.

En primer termino, hay que agregar un porcentaje mínimo del 30%  asociado a la manipulación de las encuestas, resultado de la imparcialidad de las firmas que las llevan a cabo, pues es evidente el conflicto de intereses entre estas firmas y las organizaciones políticas/económicas que las contratan.

En segundo termino, y si tomamos como referencia la cifra que casi todas las encuestas divulgaban (y aun lo hacen), el restante 10% de favoritismo es holgadamente cubierto por los decenas de miles de narcoparamilitares y sus familiares; por los miles de funcionarios públicos que hicieron parte del gobierno de Uribe (que junto con sus “familiares agradecidos” representan cientos de miles); por los mas de 2.5 millones de “beneficiarios del chequecito” que recibían del programa familias en acción; y por supuesto por los miles de empleados en el sector privado quienes para garantizar sus empleos, ya sea en las empresas industriales, agroindustriales, comerciales y/o financieras que se beneficiaron del gobierno de Uribe, fueron presionados para que voten y apoyen las causas parauribista y post parauribista.   

No de otra manera se puede explicar que incluso ahora hayan tantos colombianos que fervorosa y fanáticamente continúen defendiendo al paraco Uribe, a pesar de que siga destruyendo e insultando al país y cometiendo los actos ilegales mas evidentes. La gestión ante el gobierno de Panamá para el asilo de su subalterna en el DAS María del Pilar Hurtado es solo una de las tantas evidencias de lo crónica que es la idiotez nacional.

Y es que para cualquier persona no perteneciente a los grupos poblacionales antes mencionados y medianamente informada, es fácil deducir que “ayudar” a asilarse a alguien que esta siendo investigada en el país por actos criminales constituye también un delito, para no mencionar el agravante de que el mismo Uribe esta directamente vinculado con la investigación penal que se adelanta en contra de su “protegida” Hurtado.

El estudio también concluye que el estado colombiano poco o nada ha hecho o esta haciendo en respuesta a este inmenso problema de salud publica. Conclusión que no es para sorprenderse pues en un estado fallido, corrupto y narcotizado como el colombiano, lo que menos interesa es que los idiotas se curen. Por el contrario, el sostenimiento del secuestro del estado por parte de la clase política, parapolitica y elites económicas requiere que haya más idiotas, pues así les es más fácil seguir engañando y oprimiendo a la población, manipulando las elecciones y manteniendo sus privilegios.


Si aun no se convencen que mas la mitad de colombianos  que apoyan al paraco Uribe tienen transtornos mentales miren el siguiente video y expliquenme como una idiota, patetica y mediocre actriz puede ser congresista, y refutenme la tesis de que homenajes ramplones como el del video no ocurren y son noticia sino en un pais de idiotas. 
  

sábado, 20 de noviembre de 2010

Reaparecen los PEPES…..DAS

Con ocasión de la maquinaria criminal de persecución montada por el régimen parauribista en el DAS para garantizar la continuidad del narcogobierno, las maniobras de los PEPES en la década de los 90s cobran hoy plena vigencia. Solo que en esta ocasión los perseguidos no son los ex socios, policías, sapos y miembros de carteles rivales de Pablo Escobar sino la justicia, el periodismo independiente, los opositores políticos, líderes sindicales, defensores de derechos humanos y todo el que se atreva a hablar en contra del narcogobierno de Uribe.

Pero como en el país del sagrado corazón los hechos más insólitas ocurren todos los días, ahora resulta que son esas víctimas quienes  persiguen a los familiares, herederos del capo Escobar y a los funcionarios serviles que los acompañaron durante su narcogobierno. La fuga de la ex directora del DAS y las razones de persecución expuestas para la solicitud de asilo en Panamá parecen ser el punto de quiebre de lo que se puede calificar como el mayor exabrupto en contra de las normas y convenios internacionales que definen y regulan el asilo político, y por supuesto, una burla para la justicia colombiana. A todas luces una vergüenza frente a la comunidad internacional y una maniobra política que atenta contra la lógica y el sentido de moral y justicia que prevalece en cualquier nación civilizada.

Así las cosas, la actualización del célebre nombre de los PEPES  para ponerlo al día con las circunstancias de la época no requiere sino la adición de tres letras y una variante en su  significado:

PEPES-DAS – Parauribistas pErseguidos Por EScandalo DAS. Dentro de los cuales se destacan las siguientes figuras:

Alvaro Uribe Vélez
José Obdulio Gaviria
Bernardo Moreno
Mario Uribe
Edmundo del Castillo
Andrés Penate
María del Pilar Hurtado
Jorge Noguera
Fabio Valencia Cossio
Andrés Felipe Arias
Jorge Mario Eastman
Felipe Muñoz
…………………………..Continúen la lista

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