Las acciones de amedrentamiento, intimidación y acoso por parte del comando del ejército nacional en contra del padre de los niños asesinados, don Alvaro Torres, no pueden interpretarse de otra manera que la intención de limpiar los rios de sangre que manchan toda la institución militar, y por otro lado anticiparse a acallar futuras denuncias de violaciones de niñas que con toda seguridad venían ocurriendo desde hace mucho tiempo en las veredas aledañas al campamiento militar, irónica y acertadamente denominado “Compania Buitres 2”.
Todo el pueblo colombiano debe rechazar estas artimañas del estamento militar y policial en el intento de evitar mayores escándalos internacionales y minimizar el horrendo crimen contra niños inocentes; los cuales no son, como pretender hacer creer a la opinión pública, actos criminales aislados cometidos por manzanas podridas de la institución militar.
No permitamos que sigan abusando de la humildad y miseria de los campesinos, tampoco permitamos que los cabecillas de estos aparatos terroristas criminales, los generales de la republica (los heroes de la patria de los medios prepago y la clase narcopolitica colombiana), sigan insultando la inteligencia de una gran porción de colombianos para quienes las fuerzas armadas colombianas han sido, son y seguirán siendo unos criminales, asesinos y sistemáticos violadores de los derechos humanos de la población indefensa y cómplices activos de todos los crímenes y actos terroristas que también de manera sistemática comete el estado colombiano en contra de la población.
En respaldo al trabajo valiente y denuncias que en este sentido vienen haciendo organizaciones locales de derechos humanos reproducimos a continuación la reciente declaración publica denunciando la presión del ejercito en contra familiares de las victimas en Tame.
Ejército presiona familia de víctimas de Arauca
Ejército e instituciones del Estado ejercen presión para que la familia de la niña violada y asesinada junto a sus dos hermanitos en una vereda de Tame conceda "perdón", en contraste con el poco apoyo estatal que recibe la familia ante su desplazamiento Forzado.
DECLARACIÓN PÚBLICA
Humanidad Vigente Corporación Jurídica y el Comité Permanente Para La Defensa De Los Derechos Humanos-Capítulo Arauca, manifiestan a la opinión pública regional, nacional e internacional:
Que rechazamos con profunda preocupación las acciones de presión de instituciones del Estado, del Ejército y de algunos medios de comunicación sobre el señor JOSÉ ALVARO TORRES y su familia para que concedan el perdón por la muerte de su hija e hijos, y la estigmatización que el general ALEJANDRO NAVAS hace de las Organizaciones de derechos humanos acompañantes y representantes de las víctimas.
Como representantes judiciales del señor JOSÉ ALVARO TORRES, enérgicamente rectificamos la información que se ha venido suministrando por los medios masivos de comunicación, sobre la reunión de "perdón" sostenida el pasado jueves 04 de noviembre, entre el señor JOSÉ ÁLVARO TORRES, padre de la niña y los niños asesinados en la vereda El Temblador del municipio de Tame (Arauca) y Comandantes de la Octava División y Brigada XVIII del Ejército Nacional en las instalaciones del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar -ICBF.
Si bien dicha reunión se realizó a puerta cerrada, ésta se hizo sin el consentimiento previo e informado del señor TORRES, quien acudió a las instalaciones del I.C.B.F de manera ingenua, en el entendido de que la reunión trataría sobre las diligencias que venía adelantando con el ICBF a fin de garantizar condiciones de dignidad para él y sus hijos, debido a su actual situación de desplazamiento forzado.
El señor TORRES nos ha manifestado, a las organizaciones de Derechos Humanos que le acompañamos, que el Ejército Nacional en ningún momento le manifestó solicitud de perdón por los execrables crímenes cometidos por uno o varios de sus miembros, sino que la actitud de los miembros del Ejército Nacional buscaba que el señor JOSE ALVARO TORRES diera su consentimiento para grabar una entrevista en la cual accediera a conceder el perdón al ejército nacional y luego ser presentados a los medios de comunicación masivos. Situación que quedó en evidencia cuando el señor Torres solicitó a la Fiscalía General de la Nación su intervención ante la comandancia del Ejército Nacional para que cesaran las continuas y reiteradas llamadas telefónicas que le hicieran el día viernes 5 de noviembre, con el fin de que manifestara a los medios la aceptación del perdón.
Respecto a esta tragedia que le ocurrió al señor JOSE ALVARO TORRES y a su familia exigimos que sean las investigaciones penales y disciplinarias las que hagan justicia y revelen no sólo a él y a su familia, sino a la comunidad nacional e internacional, quiénes son los responsables del abuso sexual y homicidio de su hija y de sus dos hijos, qué sucedió en estos hechos, se dé un castigo ejemplar no sólo a quienes cometieron dichos crímenes, sino a quienes tenían el mando y el control efectivo sobre la tropa.
Hacemos un llamado a la Defensoría del Pueblo y al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, en cabeza de los directores de las regionales en el departamento de Arauca, para que cumplan con los deberes que constitucional y legalmente tienen en materia de prevención, protección y defensa de los derechos humanos, con preferencia y prevalencia de los derechos de los niños y las niñas. Así mismo, para que adopten una posición de respeto de la dignidad de las víctimas y no sólo enderecen su acción a buscar el acercamiento entre las víctimas - el señor JOSÉ ÁLVARO TORRES, así como con las y los familiares de la otra niña víctima de abuso sexual- insistiendo en que se debe procurar una conciliación, cuando dichos crímenes no tienen vocación de conciliación y sus funciones constitucionales son las de velar por los intereses superiores de los niños y niñas.
Ante semejante tragedia que conmovió a toda la sociedad cualquier persona pensaría que los familiares de las víctimas, estarían recibiendo una atención digna e integral por parte del estado y sus instituciones, pero la realidad no es así, don ALVARO y su familia están viviendo en condiciones indignas en la casa de un familiar, donde los pocos enseres que le han entregado son producto de colectas realizadas por algunos funcionarios; por ejemplo, el ventilador se lo regaló un periodista, la estufa una recolecta que hicieron unos funcionarios públicos, las camas de segunda y en mal estado, las donó otra institución etc.
Humanidad Vigente Corporación jurídica y el Comité Permanente para la Defensa de los Derechos Humanos capitulo Arauca, DENUNCIAMOS y RECHAZAMOS las irresponsables e intimidantes afirmaciones del comandante del Ejército Nacional ALEJANDRO NAVAS, en la entrevista realizada para el Diario El Tiempo, el día, 07 de noviembre de 2010, en las que estigmatiza la labor que hemos venido realizando organizaciones defensoras de derechos humanos reconocidas en el departamento de Arauca y a nivel nacional e internacional, al decir que "organizaciones extrañas se han apoderado de él -refiriéndose al señor JOSÉ ÁLVARO TORRES – para desorientarlo y formular estas denuncias, que no hacen cuando asesinan y maltratan a miles de niños. Qué mejor oportunidad que esta para enlodar el nombre del Ejército".
Le recordamos al Comandante del Ejército Nacional y a la opinión pública nacional e internacional que quienes han enlodado el nombre de dicha institución han sido sus mismos miembros que estando en servicio activo han convertido el crimen y la violación de derechos en una práctica sistemática y generalizada a lo largo y ancho del país, tal como lo demuestra los graves casos de ejecuciones extrajudiciales que han sido de público conocimiento.
Consideramos que las graves violaciones de derechos humanos perpetradas por integrantes del Ejército Nacional, en este caso, no deben ser calificadas como simples fallas institucionales, y que la responsabilidad de un crimen tan atroz como el de esta niña y niños, se quiera mostrar que es obra de una sola persona, de una "manzana podrida" como es usual que lo hagan los altos mandos militares en los graves casos de violaciones de derechos humanos en los que se ha visto comprometida la Fuerza Pública, y que han sido denunciados y conocidos públicamente.
Las fallas institucionales que han sido referidas por el ente militar, se presentaron a partir de la no atención a las denuncias y solicitudes que las comunidades de la vereda Caño Camame y El Temblador realizaron por el caso de abuso sexual presentado en el sector, así como por no haber atendido la solicitud de apoyo ante la desaparición y posterior hallazgo de los cuerpos de los niños TORRES JAIMES; cuestiones que generan responsabilidad a la luz del derecho penal colombiano (artículo 25 de la Ley 599 de 2000)1, tal como lo establece el artículo 161 del Código Penal que habla sobre la omisión de medidas de protección a la población civil, en ocasión y en desarrollo de conflicto armado y el artículo 417 sobre abuso de autoridad por omisión de denuncia.
En el marco de las disposiciones vinculantes para el Estado colombiano del derecho internacional de los derechos humanos, del derecho internacional humanitario y del Estatuto penal internacional, las omisiones en el mando y control efectivo sobre las tropas, también generan responsabilidad en materia penal, disciplinaria y administrativa, a los superiores de las mismas, respecto de crímenes cometidos por sus subordinados.
Alertamos sobre la intimidación, insultos, largos interrogatorios, empadronamientos o censos ilegales, que vienen realizando la fuerza pública (ejército y policía), en las comunidades de las veredas cercanas donde ocurrió la masacre (veredas la Holanda y la Esperanza), que puede conllevar a que potenciales víctimas y testigos abandonen la zona o se muestren renuentes a acudir ante las autoridades para esclarecer los crímenes.
Dejamos claro ante la opinión pública regional, nacional e internacional que la labor de acompañamiento que le hemos venido realizando al señor JOSE ALVARO TORRES y su familia, se realiza en el marco de las acciones de defensa de derechos humanos que estamos exigiendo ante las diferentes autoridades del orden local, nacional e internacional, y en nuestra condición de representantes judiciales. No somos "organizaciones extrañas", sino organizaciones defensoras de la vida, la dignidad, los derechos humanos y de los derechos de las víctimas a la VERDAD, la JUSTICIA y la REPARACIÓN INTEGRAL.
POR LO ANTERIOR EXIGIMOS:
1. A la Fiscalía General de la Nación para que en el marco de la investigación que se adelanta, sean llamados por su responsabilidad por su conducta omisiva en los presentes hechos, a los miembros del Ejército Nacional destituidos el pasado martes 2 de noviembre de 2010, puesto que conforme a los preceptos que son vinculantes para Colombia en el marco del derecho internacional de los derechos humanos; y, en especial del derecho penal internacional.
2. Que en su función constitucional y legal adelante la investigación que conduzca al esclarecimiento de los hechos, el establecimiento de las responsabilidades penales a que haya lugar, y no se cese en su labor de consecución de la verdad real en estos atroces crímenes por la vinculación de un solo supuesto autor material e intelectual.
3. A la Procuraduría que radique la competencia de las investigaciones disciplinarias adelantadas en el marco del presente caso en la Procuraduría Delegada Disciplinaria para la Defensa de los Derechos Humanos que es la competente para adelantar las pesquisas conducentes a establecer la responsabilidad disciplinaria de los militares implicados en el caso.
4. A los diferentes organismos del Sistema de Naciones Unidas para que se pronuncien sobre las acciones de intimidación que autoridades civiles y militares del orden local y nacional vienen haciendo sobre los familiares de estos dos casos y que comprometen su integridad emocional y su seguridad, así como sobre la legítima labor que las organizaciones sociales y de derechos humanos venimos haciendo en aras de esclarecer los hechos y acompañar en la reivindicación de los derechos de verdad, justicia y reparación de las víctimas.