Al
margen de las diferencias políticas entre los gobiernos de Venezuela y
Colombia, la suerte de los habitantes de las dos naciones debe ser motivo de
preocupación, no solo por los lazos históricos y de confraternidad que los une
sino por sus estrechos vínculos comerciales.
La
obsesión con la situación de Venezuela de las mafias políticas, elites
económicas y de la gran prensa arrodillada colombiana, y particularmente la
cizaña con que reproducen y amplifican la propaganda y montajes que produce la
oligarquía venezolana, pareciera indicar que Nicolás Maduro es considerado el
responsable de todas los horrores que ocurren a diario en Colombia; o peor aun,
que en Colombia no ocurre ninguna tragedia y que por el contrario, la "paz y
prosperidad" que disfrutan los colombianos se ve amenazada por lo que está
ocurriendo en Venezuela.
Es
acaso Nicolás Maduro el que se reúne con grupos de la oligarquía colombiana
para planear acciones de sabotaje económico y violencia en contra del
presidente Santos, con el objetivo de desestabilizar su gobierno y crear las
condiciones para un golpe de estado o una intervención militar gringa?
Es
acaso Nicolás Maduro el responsable de la extrema miseria y violencia que azota
a la población de Buenaventura, donde los paramilitares se han apoderado de la
ciudad y mantienen aterrorizada a sus habitantes mediante la práctica
abominable de descuartizar a sus víctimas, lo cual ocurre cotidianamente y sin
que ninguna autoridad se de por enterada?
Es Nicolás
Maduro el responsable del abandono y miseria que azota a región pacifica en
general; y en particular, al departamento del Choco, agravada aun más por estos
días debido a los incendios de bosques en el área de Acandi, todo bajo la
mirada indiferente del Estado y de la gran mayoría de colombianos?
Es Nicolás
Maduro quien firmó los TLCs con EEUU, Canadá, Corea del Sur, la Unión Europea,
y el que esta por firmarse con Méjico, Perú y Chile (la llamada Alianza del
Pacifico), los cuales están acabando con
la industria nacional, liquidando la producción agrícola y aniquilando a los campesinos?
Es acaso
Nicolás Maduro el que infiltra francotiradores y vándalos en todas las marchas
y paros de campesinos, estudiantes y trabajadores, con el propósito de incitar
violencia, vandalismo y así justificar la brutal represión y criminalización de
los que dirigen y participan en las protestas?
Es
acaso Nicolás Maduro el que, en contravía de tratados internacionales, condona
y ejecuta la destitución de un alcalde elegido por voto popular, solo por el
hecho de representar a un movimiento político de izquierda y por haberles
quitado a empresarios privados el monopolio del negocio de recolección de
basuras?
Es
acaso Nicolás Maduro el que en los últimos 10 años ha ejecutado
extrajudicialmente a más de 3.000 humildes colombianos para hacerlos pasar por
guerrilleros y así mostrar resultados en la guerra contra la guerrilla?
Es
acaso Nicolás Maduro el que permite que los pocos militares de alto rango que
han sido judicializados (autores y ordenadores de las ejecuciones extrajudiciales) paguen sus supuestas condenas en bases militares acondicionadas
como resorts, de las que pueden entrar y salir cuando se les da la gana, y a
quienes convierten en billonarios a través de las inmensas comisiones que les
dan contratistas testaferros de las FFMM, todo como pago por su silencio para que no delaten a los generales?
Es
acaso Nicolás Maduro el culpable de la negligencia e indolencia del estado
colombiano con la población nativa de los llanos orientales, quienes no solo
son víctimas de desplazamiento forzado y del saqueo de sus recursos naturales
por parte de las multinacionales (los inversionistas extranjeros), sino de una catástrofe
ambiental como la que se está evidenciando con la sequía que azota al
departamento del Casanare?
Es
acaso Nicolás Maduro el presidente del país que lleva más de 50 años con un
conflicto interno sin resolver, y el cual ha dejado cerca de 300.000 victimas,
cerca de 60.000 desaparecidos, 5.700.000 colombianos desplazados?
La
respuesta por supuesto es NO. Pero la exageración en el cubrimiento y la
distorsión de lo que verdaderamente ocurre en Venezuela es para los medios
prepago un mecanismo de distracción muy efectivo para minimizar las tragedias,
esas si reales y verdaderas, que afectan a la gran mayoría del pueblo
colombiano.
La
verdad es que la situación económica, política y social de Venezuela es
totalmente diferente a como la presentan los medios prepagos colombianos; de
hecho muchísimo mejor que la de Colombia, en todos los aspectos. Por qué
entonces el ensañamiento con Nicolas Maduro, ahora que está enfrentando planes
golpistas por parte de las oligarquías y extrema derecha venezolanas apoyadas
por el gobierno de EEUU.
Suena
inverosímil pensar que la obsesión con Venezuela les alcance a los medios
prepago, y al propio establecimiento, para hacer creer a un gran sector de la
opinión publica colombiana que los responsables de las tragedias nacionales no
son ni el presidente Santos ni su antecesor, para solo citar los presidentes
mas dañinos que ha tenido el país durante los últimos 12 anos, sino el ex
presidente Chávez y el actual presidente Maduro; el castro-chavismo, como se
refieren en los círculos narcoparauribistas.
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