El Netanyahu de Latin America
Casi desapercibida paso la vista al palacio de Nariño de una comisión del alto gobierno de los EEUU presidida por un alto consejero de Obama en temas de seguridad. Si no es por un breve articulo publicado por la organización independiente North America Congress on Latin América (NACLA), la visita no pasaría de ser presentada como una reunión rutinaria entre altos funcionarios de Santos y de Obama en la que se discutieron "temas de interés bilateral".
Casi desapercibida paso la vista al palacio de Nariño de una comisión del alto gobierno de los EEUU presidida por un alto consejero de Obama en temas de seguridad. Si no es por un breve articulo publicado por la organización independiente North America Congress on Latin América (NACLA), la visita no pasaría de ser presentada como una reunión rutinaria entre altos funcionarios de Santos y de Obama en la que se discutieron "temas de interés bilateral".
El articulo que publica NACLA , además de identificar claramente al jefe de la delegación gringa y los
propósitos de la visita, hace planteamientos muy pertinentes que difícilmente pasan
por la cabeza de los analistas de los grandes medios nacionales, menos por la
de la opinión publica en general. Plantea el autor del articulo,
Nazih Richani, reflexionando sobre
el exagerado presupuesto aprobado para la guerra en el 2013, que "el ímpeto y
apetito por un mayor gasto militar no corresponde con el ambiente de las
conversaciones de paz que se iniciaron hace pocas semanas entre la guerrilla y
el gobierno. Eso parece mas bien
corresponder con la visión del estado colombiano y su monstruoso aparato militar
sobre como usar su capital de “seguridad” para subcontratar proyectos de
seguridad de los EEUU a nivel global, muy similar a lo que hace Israel."
La reflexión anterior, traducida a pregunta y
que adquiere toda la relevancia dada la manera como han actuado los gobiernos
de las ultimas décadas, es la de si Obama no esta manejando sus relaciones políticas
y militares con Colombia como si lo estuviera haciendo con Israel. Incluso para
alguien que haya seguido y analizado de cerca los hechos ocurridos en las
ultimas décadas en Colombia, la pregunta puede ser recibida con sorpresa y
hasta con cierta indignación. Pero una vez decantada la sorpresa; y obviamente,
si se conoce algo de la historia de Israel y su conflicto con Palestina (y en
general con los países Arabes), las similaridades entre los gobiernos de los
dos países empiezan a transformase en realidades.
Quienes aun sigan indignados dirán que esa
comparación es absurda ya que el Estado colombiano no esta ocupando ningún
territorio equivalente a lo que es (o era) el estado palestino, ni aterrorizando
y exterminando a su población como lo ha hecho Israel con los palestinos desde
1967. Tal vez las condiciones en el contexto histórico, geográfico y político sean
diferentes pero lo que no se puede ignorar es la similitud en el comportamiento
del gobierno Colombiano frente a actores internos que también se resisten a su
dominación, imposición de un modelo económico y una línea de pensamiento única,
a vivir en perpetua miseria, y en ultimas, a sus políticas represivas,
excluyentes y racistas. Comportamiento
que coincide exactamente con el del gobierno de Israel, como si el determinador de esos comportamientos fuera
uno solo. Para entender esta estrecha relación miremos cuales han sido las
respuestas del Estado colombiano a los diferentes grupos y actores internos, cuando
reclaman que haya paz, justicia y una mejor redistribución de las riquezas nacionales.
Primero, la respuesta por vía de la violencia armada a las
protestas pacificas de campesinos que inicialmente solo reclamaban una mejor
redistribución de las tierras, la que dio origen a un conflicto armado que
lleva mas de 50 años y que afecta a la inmensa mayoría de colombianos. El
conflicto entre Israel y Palestina empezó en 1948, pero la ocupación y acciones
criminales de despojo de territorios, desplazamiento y eliminación de
población, empezaron a ser mas visibles a partir de 1967.
Segundo, Colombia no tiene como víctimas a
palestinos, pero en su lugar tiene a los pueblos indígenas, afrocolombianos y
campesinos, a quienes reprime violentamente cada vez que intentan organizarse
para protestar por su condición de miseria, a quienes además desplaza y despoja
de sus tierras, y los criminaliza (acusándolos de terroristas) cuando se oponen
a que sus inversionistas extranjeros se apropien, exploten y saqueen sus suelos
y subsuelos. En Colombia, a los inversionistas extranjeros (que son el
equivalente de los invasores judíos que desalojan violentamente a palestinos),
el gobierno colombiano les da todos los incentivos económicos, legales y
tributarios y hasta protección militar para que asuman posesión de las
tierras despojadas, las exploten, disfruten; e incluso inmunidad para cuando
los despojados y desplazados opongan resistencia, los enfrenten y neutralicen violentamente
con ayuda de las fuerzas estatales y para estatales. Es como si fuera un judío sionista el que
gobernara el Estado colombiano!!
Tercero, en Colombia no hay un partido
político de oposición llamado “Hamas” que gobierne formalmente una parte del
territorio, pero están las organizaciones guerrilleras que en los 90s, engañados
bajo supuestos acuerdos de paz, conformaron la organización política Unión
Patriótica, pero cuyos dirigentes, al igual que viene ocurriendo con los
lideres de Hamas, fueron asesinados; e incluso, habitantes de pueblos y
municipios donde la UP ganó alcaldías, mayoría de consejos municipales y
asambleas, fueron masacrados, tal como ocurrió en Segovia, Antioquia. Así mismo, luego del supuesto fracaso del
proceso de paz en el Caguan, tal como ocurrió con Hamas cuando ganaron las
elecciones en Gaza en 2006, a las organizaciones guerrilleras colombianas
también se les empezó a llamar terroristas.
Cuarto, Colombia no tiene como vecino a un pais como Líbano con el pueda regularmente entrar en guerra, pero muy pronto lo tendrá,
personificado en Nicaragua, país limítrofe en áreas marítimas y al que el
gobierno de Santos prácticamente le ha declarado la guerra luego de decidir que
desacata el fallo de la CIJ mediante el cual Nicaragua ganó una porción de mar
territorial. Porción marítima que paradójicamente
el Estado Colombiano solo se percató de que era parte de su territorio, luego
de leer y entender el fallo de la CIJ.
Los cuatro aspectos anteriores, y ahora las
diferencias (en camino de volverse conflicto) con Nicaragua, le dan a Colombia la distincion de ser la mejor replica de Israel. Con ocasión de su decisión de no acatar el
fallo de la CIJ, Colombia entra a hacer parte del selecto grupo de países
parias, con EEUU e Israel a la cabeza, que constantemente violan el derecho
internacional y desacatan fallos de organismos judiciales internacionales
adscritos a la ONU, cuando los fallos les son adversos a sus intereses Al igual que Israel, cuando bombardea y
masacra a los palestinos, el Estado Colombiano también viola sistemáticamente
la legislación y normas internacionales que regulan los conflictos internos,
como cuando no respeta ni protege a la población civil como actor ajeno al
conflicto armado, cuando viola los derechos humanos de rebeldes capturados en
combate, cuando comete crímenes de lesa humanidad como las masacres de civiles
inocentes acusándolos falsamente de ser colaboradores de la guerrilla, cuando
ejecuta extrajudicialmente a miles civiles inocentes para hacerlos pasar por
bajas de la guerrilla, etc., etc., etc., etc.
Y quinto, al igual que Israel, Colombia es uno
de los mayores receptores de "ayuda" económica y militar de los EEUU,
la cual, solo en la ultima década con ocasión del plan Colombia, alcanzó la
cifra de los 10 billones de dólares. Todo esa "ayuda" esta destinada
por supuesto a garantizar la estabilidad y continuidad del gobierno títere que
ellos escogen, y la seguridad de las inversiones de sus multinacionales. Claro,
ellos y el gobierno de turno de Colombia dicen que la ayuda económica y militar
es para enfrentar el narcotráfico y el terrorismo, ambos convenientemente
personificados últimamente en las organizaciones guerrilleras y en
organizaciones sociales que luchan por un país en paz y con justicia social.
Si lo anterior no los convence de vivir en
el Israel de Latinoamérica, revisen los últimos 20 años de las relaciones entre
Israel y Colombia: convenios de cooperación y contratos jugosos de venta de
armamento, aviones, drones, entrenamiento y acompañamiento en operaciones
militares; producto de los cuales, la presencia de Yair Klein en la década de
los 90s es solo una de las manifestaciones de la presencia de mercenarios Israelís
en el país, trabajando hombro a hombro con las fuerzas armadas estatales y para
estatales de Colombia.
Y si eso aun no los convence, repasen las
declaraciones del presidente Santos en una entrevista concedida a un medio Israelí
el año pasado, en la que sin sonrojarse manifiesta que se siente orgulloso de
ser considerado el israelita latinoamericano.
Interesante reflexión, sin sombra de duda. Sirve para que nuestra gente, ojalá, vaya abriendo los ojos sobre lo que ha pasado, está pasando y, seguramente, pasará en torno de los diálogos de paz y otros asuntos internos que deben ser motivo de preocupación para quienes no tragamos entero; siendo lo ideal que así actuaran las demás personas que sufren las truculencias del Estado.
ResponderEliminarFelicitaciones por esta página, a la cual estoy suscrito, y he tenido la oportunidad de compartirla con otras personas.
¡Bendiciones, y éxitos!