Serán tan ciegos, mensos y borregos los colombianos como para creer y votar nuevamente por el plan de gobierno que plantea el narcoparauribismo para las elecciones del 2014?
La farsa de sus propuestas no solo se puede constatar
con base en los desastrosos resultados y tragedias vividas por los colombianos
durante los 8 años bajo el gobierno narcoparamilitar de Alvaro Uribe Velez,
sino observando las condiciones sociales, económicas, de seguridad, etc., en
las que ha vivido la inmensa gran mayoría de colombianos durante décadas,
incluso desde mucho antes de que se iniciara la confrontación armada con las guerrillas.
No es sino revisar las políticas y programas que
plantea el candidato que representará al narcoparauribismo para darse cuenta lo
que realmente significan, y lo que le espera al país. Todo lo contrario a lo
que prometen en los campos social, económico, político, de seguridad,…. Y no
puede ser de otra manera, pues esas políticas son dictadas por el capitalismo
neoliberal, y sus huevitos principales (como los llamaría Uribe): el libre
mercado y la explotación arrasadora de los recursos naturales disponibles en
los países débiles y sometidos a los designios de los países poderosos. La
efectividad de esas políticas en el proceso de empobrecer aún más a las mayorías,
e incluso para propiciar estados de violencia y represión, ha sido demostrada
no solo en Colombia sino en todos los países del mundo en los que los gringos,
principalmente, imponen sus agendas políticas, económicas y guerreristas.
En el caso particular de Colombia, y particularmente
del gobierno que quiere re instituir el narcoparauribismo, a la receta
neoliberal tal vez el único ingrediente que hay que agregarle es la
intensificación de la guerra interna, y no solamente contra los grupos armados
de la guerrilla sino contra todos los grupos políticos y sociales (incluso
individuos) que se opongan a su régimen. De ahí que ya ni siquiera es apropiado
hablar de guerra contra las guerrillas, porque lo que se plantea es la perpetuación de un conflicto interno en el
que el enemigo es prácticamente todo el pueblo colombiano: los campesinos e
indígenas que reclaman sus derechos territoriales y la propiedad de sus
tierras; los educadores y estudiantes que reclaman más recursos y mejor calidad
de educación pública; los líderes comunitarios y defensores de derechos humanos que reclaman paz
y justicia por los crímenes de estado; los líderes y miembros de partidos
políticos de oposición,…….
En resumen, en el evento indeseable (pero posible) de
que el narcoparauribsmo retome las riendas del estado, la destrucción y saqueo
de la nación se acelerará; lo cual no quiere decir que con la reelección de
Santos la situación será diferente; simplemente tal vez no se agudizará al
ritmo que ocurriría con el narcoparauribismo en la presidencia.
No requiere mayor esfuerzo desenmascarar lo que
realmente representan las propuestas del narcoparauribismo. Cualquier
colombiano de a pie y con un mínimo uso de razón podrá distinguir entre la
verborrea politiquera que constantemente reciclan los buitres carroñeros del
narcoparauribismo y propuestas más
realistas y bien intencionadas presentadas por otras vertientes políticas. No
es sino confrontar las propuestas del narcoparauribismo con la realidad que se
vivió durante el gobierno de su jefe, y que continúa con el gobierno de Santos.
Para citar solo un ejemplo, el candidato ungido del
narcoparauribismo promete ayudas para los campesinos y para recuperar el sector
agrícola en general.
Acaso creen que esta vez los millones de subsidios si se
destinarán para los pequeños agricultores, no para los terratenientes e
inversionistas extranjeros que financiaron sus pasadas campañas presidenciales,
los mismos que financiarán la campana del 2014?
Acaso creen que esta vez les devolverán a los
campesinos desplazados por el aparato estatal paramilitar los millones de hectáreas
que bajo su anterior gobierno les robaron o usurparon violentamente?
Acaso creen que los billones de pesos que promete para
“modernizar” la infraestructura de transporte serán invertidos en recuperación,
rehabilitación, construcción de nuevas y mejores vías secundarias y terciarias que
conecten eficientemente a los pequeños agricultores con los mercados?
Acaso creen que revisará o reversará los tratados de
libre comercio que firmó durante su pasada administración (y los firmados por
Santos) y cuyo efecto se puede resumir en que han sido la estocada final en la aniquilación
del campo colombiano?
La lista de evidencias que
revelan la farsa es extensa. Pero para quienes conocen realmente el origen,
vida y prontuario de Alvaro Uribe Velez, también será evidente el verdadero
objetivo e intenciones que se esconden detrás de la creación de su nuevo partido
de garaje y el gran número de curules que quiere ganar en el congreso y cámara,
con él a la cabeza: seguir ocupando y controlando los más altos cargos públicos,
e incluso reformar la constitución, para hacerse elegir nuevamente como
presidente (perpetuarse hasta que se muera) y asi blindarse de la justicia frente
a los innumerables, horrorosos crímenes que ha cometido a lo largo de su vida
narco paramilitar y politiquera, como parasito del estado colombiano.
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