Los pocos
colombianos que conocen la realidad del conflicto que vive el país deben refutar
categóricamente las explicaciones engañosas que esgrime el gobierno frente a la
petición de las FARC de acordar un cese al fuego desde el inicio de las negociaciones.
Dice y
repite el gobierno, y le amplifican (y también repiten) sus medios de
comunicación serviles/prepago, que el estado, específicamente el ejercito tiene
el monopolio de las armas y la obligación de proteger a “los colombianos” y que
como tal no pueden suspender los ataques contra la guerrilla; oportunidad que también
les sirve de pretexto para repetir la propaganda de que la guerra que libra la
guerrilla es contra todos los colombianos y que lo que esta haciendo el
ejercito es protegiéndolos.
Nada
mas falso y perverso. No le explican a los colombianos; primero que el ejercito
está para defender la soberanía y las fronteras del país contra fuerzas
externas; y que quien es responsable del orden publico interno es el policía
que es un cuerpo armado civil. Pero claro, si dicen la verdad; esto es, que las
fuerzas militares tienen la responsabilidad de defender la soberanía nacional,
se verían en aprietos para esconder el hecho de que la soberanía nacional se
perdió hace décadas, y no solo la soberanía territorial, sino la económica, la
política, la cultural, incluso la soberanía social. El país esta ocupado desde
hace décadas por fuerzas militares
gringas, sus comandantes son los que planean y ordenan los operativos contra la
guerrilla y selectivamente contra los narcotraficantes que les hacen
competencia. Y ni que hablar de quien decide la lista de candidatos a la
presidencia (juegan varias cartas), quien gobierna, quien maneja la economía, y
en general, todos los aspectos de política exterior e interna que rige la vida miserable
de la gran mayoría de colombianos.
Tampoco
le explican a los colombianos que la guerrilla no es la causa del conflicto
sino una consecuencia de las condiciones de miseria y de injusticia social que
padecen los colombianos y que se derivan precisamente de la situación de
entrega y servilismo para con los grandes potencias internacionales (con EEUU a
la cabeza) descrita en el párrafo anterior.
En su lugar, lo que el gobierno , y las mafias políticas y económicas
que lo sostienen, le dicen a los colombianos es que el levantamiento en armas
de la guerrilla es en contra del pueblo, NO en contra del estado servil,
corrupto, inequitativo, injusto, opresor y hasta terrorista, todo esto y mas,
fiel caracterización del Estado colombiano.
Pero
NO, para distorsionar aún más la realidad del conflicto, a la galería le
repiten por todos los medios serviles los “actos terroristas” que ha cometido
la guerrilla contra “inocentes” y humildes colombianos, contra la
“infraestructura económica del país”, etc., etc.
Omiten,
esconden o distorsionan el hecho de que hay un conflicto interno y una guerra
continua entre fuerzas de la guerrilla y el aparato estatal corrupto
representado por sus fuerzas militares y de policía.
Y
Si, la guerrilla ha cometido excesos, actos
de guerra desproporcionados contra algunas comunidades (en algunos casos no
intencionados) cuando, por ejemplo, ha atacado puestos militares o de policía
asentados en medio de la población civil. También ha cometido excesos (crímenes
si los quieren así designar) contra civiles, particularmente indígenas a quienes
el estado corrupto los a inducido, engañado u obligado a convertirse en
informantes, y entonces la guerrilla les ha aplicado la pena de muerte tal como
está establecido en sus leyes internas. Y se podrían señalar muchos otros actos
violentos a los que la población se ha visto expuesta por culpa de la guerra
que libra la guerrilla contra el estado corrupto. Ese es el alto precio que
tienen que pagar los colombianos por vivir en medio de una sangrienta y sucia
guerra.
Pero
con el mismo rasero con que el gobierno y sus elites mafiosas miden las
“acciones terroristas” de la guerrilla habría que medir también las del
estado. Los colombianos no pueden
olvidar que ha sido con el pretexto de la guerra contra la guerrilla que han
ocurrido masacres de civiles inocentes como las ocurridas en San José de
Apartado, Mapiripan,……, Todas cometidas
con participación directa, usando la logística o con la anuencia de las fuerzas
militares, las mismas que dicen están para proteger a esos colombianos pacíficos
e indefensos, muchos incluso miembros de comunidades que se han declarado
neutrales en el conflicto.
Los
colombianos tampoco pueden olvidar que ha sido con el pretexto de la guerra
sangrienta contra la guerrilla que EL ESTADO ha cometido cientos de miles de desapariciones,
miles de ejecuciones extrajudiciales, miles de asesinatos selectivos cuyas
victimas su único crimen ha sido pertenecer a un sindicato, a una organización
de DDHH, a una organización comunitaria, oponerse políticamente al régimen y
denunciar sus crímenes y corrupción, o ser periodista e informar sobre los
horrores del conflicto de manera independiente. Para no hablar de los más de 4
millones de campesinos desplazados de sus parcelas (luego apropiadas por
narcoempresarios amigos del régimen) y que han sido forzados a vivir en la
miseria en los suburbios de las grandes ciudades.
Como
pueden entonces ser tan cínicos y distorsionar la realidad del conflicto para
explicar la negativa de un cese al fuego, una tregua a los ríos de sangre que
inundan la vida diaria de millones de colombianos. Una tregua que por el
contrario les permitirá vivir un tiempo, mientras duren las negociaciones, sin
el temor y ruido de los fusiles, las bombas, los cilindros de gas,…
Todo
ese cinismo del gobierno no lleva sino a concluir que sus intenciones de paz no
son mas que una farsa, otra patraña premeditada para escalar la guerra y
afianzar políticas internacionales y económicas trazadas por los amos a quienes
sirven.
De ahí
que los representantes de las FARC designados como negociadores en este nuevo
falso proceso de paz se deberían negar a cualquier tentación de aparecer en los
medios de comunicación serviles al gobierno. Pues cualquier declaración que den
será utilizada en su contra. Así lo demuestra el manejo y manipulación que el
gobierno y su ejercito de seudoperiodistas prepago le dieron a unas recientes declaraciones
que dieron en La Habana. Dijeron los
representantes de las FARC que ellos ya no tienen secuestrados, que no están en
el negocio del narcotráfico y que no fueron los autores del atentado contra
Fernando Londoño. La respuesta de los medios prepago fue inmediata…..”Ven como
mienten?” fueron sus primeros tozudos análisis de las declaraciones. Y
proseguían: ven lo que nos espera a los colombianos? Como vamos a creerles sus
intenciones de paz si niegan que son narcotraficantes, que secuestran, que
cometen “atentados terroristas”.
El
futuro que le espera a la gran mayoría de colombianos es aún mas sangriento y
miserable… Ya el presidente Santos lo ha
anticipado con sus recientes declaraciones: “Colombia esta preparada física y
mentalmente para la paz o para la guerra”.
Solo se requiere un esfuerzo mental minúsculo para descifrar el verdadero
mensaje de esta declaración.