La historia y hechos concretos demuestran que en los tratados de libre comercio entre países del tercer mundo y desarrollados la balanza de beneficios se inclina siempre hacia los segundos. Y si esta relación de fuerzas se da entre el gobierno imperial gringo y sus patios traseros, los supuestos beneficios del libre comercio solo los ven y disfrutan los negociadores del tratado, una ínfima minoría de empresarios (generalmente socios locales de las multinacionales gringas) y por su puesto, las elites económicas y políticas tradicionales que ganan mayor apoyo gringo a cambio de asegurar el mantenimiento de las ventajas, privilegios e impunidad para las multinacionales.
En el caso del TLC con Colombia, nadie mínimamente informado puede refutar el hecho de que el único beneficiario será Estados Unidos, más concretamente, sus multinacionales, su agroindustria subsidiada y otros muchos sectores industriales. Tampoco podrán refutar que las razones esgrimidas por los gringos para explicar la demora en la ratificación por parte del congreso no son sus preocupaciones por la violación de DH, o la protección de líderes sindicales y derechos laborales sino las disputas políticas internas entre republicanos y demócratas, las que muy pronto serán superadas pues saben que, dado los momentos críticos que atraviesa su economia, un mercado más para inundar con sus productos no lo pueden desperdiciar.
Pero lo que resulta vergonzoso es que sean los colombianos que apoyan el TLC (una gran mayoría para más vergüenza) los que mas critiquen al presidente Obama por la demora en la ratificación del tratado. Ni siquiera los propios ciudadanos americanos y sus multinacionales lo hacen con tanto fervor y constancia como los colombianos.
Esta insólita situación lleva a pensar que, dejando de lado a los pocos “empresarios” y elites económicas y políticas tradicionales que sin duda obtendrán grandes beneficios económicos, el resto de la godarria colombiana; o bien es totalmente ignorante de sus impactos negativos, o hacen parte de esa gran mayoría de colombianos que por su arribismo quieren parecerse tanto a los gringos que han desarrollado un sentimiento de “patriotismo” pro gringo tan alto que los lleva a defender los intereses imperialistas con mas fervor que los propios norteamericanos.
Lean a continuación algunas de las declaraciones de distintos representantes de la política y sectores económicos del país y saquen sus propias conclusiones.
"La verdad es que el TLC sigue muy enredado y Obama no puede ir a Colombia a contestar una pregunta frente a la que no tiene respuesta", dice Mauricio Cárdenas, director del programa de las Américas en el Brookings Institute.
“Discurso de Obama me deja un sinsabor, aseguró presidente de la Andi.
Lo dulce es que volvemos a estar en el Estado de la unión, lo amargo es que se vuelve a invertir el tema de las prioridades, habla primero de Corea y luego de Panamá y Colombia, volvemos a quedar al final de la cola", manifestó Villegas.
Por su parte, los gringos sin ningún remilgo y con toda claridad expresan su afán por el tratado pero porque sus agricultores subsidiados están perdiendo la oportunidad de inundar el mercado colombiano con productos que antes se producían en sus campos, incluso en cantidades hasta para exportar. Para la muestra consideren las siguientes razones expuestas por representantes gringos (resaltado nuestro):
"Es decepcionante al extremo que el Presidente no haya fijado un cronograma para la aprobación de los tratados con Colombia y Panamá, que se firmaron hace más de tres años y medio. El retraso ha sido costoso para nuestros agricultores y empresarios que están perdiendo negocios frente a otros que sí han firmado acuerdos con estos mercados, dice el senador Max Baucus, el demócrata de más alto rango en la Comisión de Finanzas”.
"Infortunadamente la administración no está empujando de una manera productiva los TLC con Colombia y Panamá. Esperamos que el presidente nos de un cronograma (sobre cuándo piensa enviarlos) dijo Dave Camp, presidente de este Comité de Medios y Arbitrios de la Camara de Representantes, encargado de administrar los temas comerciales.
“Además, presentó un reporte en el que se concluye que la ausencia de un TLC con Colombia le ha costado a EE. UU. más de 700 millones de dólares, principalmente por la caída en las exportaciones de trigo y soya”.
“El reporte dice que Argentina y Brasil le han robado a EE. UU. buena parte del mercado colombiano de maíz, trigo y soya. Representantes de gremios agrícolas, manufactureros y grandes empresas como Fedex y Metlife, fueron invitados como testigos a la audiencia y dijeron que sus sectores están perdiendo mercado con cada día que pasa sin que los TLC sean ratificados”.
Mi conclusión: este país definitivamente esta lleno de patéticos, idiotas, serviles arrastrados de los gringos y vendepatrias!!