Acostumbrados a los eufemismos y a cambiar el significado de las palabras, de esta practica que se volvió tan común en Colombia no se salvo ni una palabra tan importante en una democracia como es “debate”. Erróneamente; o mejor artificiosamente, así han denominado los medios serviles del gobierno a una simple reunión en donde el presidente no hizo sino regañar y descalificar a sus contrapartes.
Fuera de los titulares en estos medios serviles resaltando artificiosamente la forma como se defendió el HP Uribe en el seudo debate de la JTL, muy poco se ha comentado sobre el hecho de que lo único que se escucho de parte de Uribe fue la misma verborrea cínica e incoherente a la que recurre en todos las reuniones donde se le hacen cuestionamiento a su gobierno.
En ultimas lo que se vio no fue sino otro típico reality show de historia política en el que unos académicos y su audiencia seguramente quedaron frustrados con las “explicaciones” incoherentes que escucharon en respuesta a algunos de los tantos hechos repudiables que rodean este narcogobienro; y del que el narcopresidente salio aun con mas seguidores por haber demostrado una vez mas sus habilidades de culebrero (“estadista” le llaman a esto la godorria y caverna que lo venera).
Nada de sustancia,…. aunque muy cuestionable también la actitud pasiva y hasta tímida de los académicos quienes no hicieron las contrapreguntas pertinentes ni conminaron con firmeza a que el narcopresidente se limitara a responder los cuestionamientos y no, unas veces, a irse por las ramas con su verborrea sobre la historia republicana, y otras tantas a intimidarlos, descalificarlos o estigmatizarlos.
William Ospina, reconocido escritor y columnista de El Espectador, hace el mejor resumen y análisis de lo que resulto ser este mal llamado “debate” con el narcopresidente;
http://www.elespectador.com/opinion/columnistasdelimpreso/william-ospina/columna186180-contracultura-del-encubrimiento
No hay comentarios:
Publicar un comentario