Una numerosa delegación de funcionarios gringos se encuentran por
estos días en Colombia verificando personalmente que el gobierno colombiano, su
lacayo mas fiel en la región de Latino América, este cumpliendo a cabalidad con
las ordenes emanadas de Washington.
El gobierno de Santos y sus medios prepago, por supuesto registran la
visita de estos oficiales como de gran trascendencia para el país. La visita de
una delegación tan grande es una demostración de los estrechos lazos de
cooperación y amistad que existe entre los dos países, dicen al unísono los
medios prepagos.
Según reporta el propio Departamento de Estado en su portal de
internet, las reuniones se desarrollarán en tres grupos de trabajo:
Grupo 1 - Dialogo de Alto Nivel para Cooperación, quienes supuestamente
discutirán asuntos de democracia, derechos humanos y buen gobierno, energía,
oportunidades económicas y sociales, protección ambiental y cambio climático.
Grupo 2 - Dialogo de Alto Nivel en Seguridad Estratégica, quienes discutirán
acciones para promover/mejorar la seguridad regional, estrategias de seguridad
para el post conflicto, y estrategias para que Colombia apoye esfuerzos de
seguridad internacionales.
Grupo 3 - Comité de Dirección, quienes supuestamente analizarán el
trabajo que vienen adelantando los dos países con miras a lograr igualdad
racial y étnica a través de empoderamiento económico, educación, deportes y
diplomacia cultural.
Quienes ignoran cual es la verdadera relación entre EEUU y Colombia
difícilmente podrán descifrar y entender cuales son los verdaderos intereses
que hay detrás de la agenda que traen los buitres gringos. Menos, cundo la información que reciben de
los grandes medios nacionales y regionales, que cubren el 95% del espectro
noticioso del país, es que la visita de tan numerosa y selecta delegación es
una muestra mas de la admiración y respeto del gobierno de EEUU con el gobierno
de Santos por el liderazgo alcanzado a nivel regional, de los estrechos lazos
de cooperación que unen a los dos países, y de los altruistas intenciones de Obama
de ayudar a Colombia a alcanzar la paz y prosperidad.
De ahí que sea imperativo ayudarle a la opinión publica a descifrar al
menos parte de lo que hay detrás de los tales acuerdos de cooperación.
Aunque los temas del grupo de trabajo No. 1 parecería que son asuntos rutinarios
de intercambio de experiencias y cooperación entre países, para el gobierno de
EEUU los términos “democracia”, “derechos humanos” y “buen gobierno”, por
ejemplo, no tienen el significado que en todo el mundo se aceptan como universales. El gobierno de EEUU históricamente ha
distorsionado su significado y los interpreta y promueve de acuerdo con sus
políticas internacionales de injerencia, dominación, explotación y
militarización de todos los países en los cuales prácticamente ejerce control
absoluto a través de testaferros seleccionados de las oligarquías y mafias
locales.
La democracia que los gringos promueven y sostienen en Colombia es una
democracia ficticia, excluyente, cooptada por unas pocas familias, elites
empresariales y mafias políticas que han jugado el papel de títeres y testaferros,
inicialmente de la corona española y luego del gobierno de EEUU. Oligarquías y
mafias locales que por supuesto han sido recompensadas con enormes privilegios
económicos y que bajo la tutela de sus patrones gringos tienen la garantía de
que se perpetuarán alternándose el poder político de generación en generación y
entre familias de las mismas castas (López, Santos, Gomez, Ospinas, Pastranas,
Turbay, Lleras, Galán….).
Ese es el tipo de democracia y buen gobierno que los gringos promueven,
y que defienden con invasiones, golpes de estado, guerras y hasta con terrorismo.
La defensa de los derechos humanos por parte de los gringos es un
insulto a la humanidad. En el caso colombiano, por ejemplo, mientras todos los
organismos internacionales han denunciado continuamente, e incluso condenado al
Estado por violaciones sistemáticas de derechos humanos, el gobierno de EEUU en
el marco de acuerdos de cooperación militar ha certificado al país año tras año,
lo cual les ha permitido continuar suministrando lo que ellos llaman “ayuda”,
que no es otra cosa que un pretexto para mantener el conflicto interno y asegurar
el flujo de millones de dólares para fortalecer el aparato militar del país
mediante la dotación de las armas mas modernas y destructivas, y de la ultima tecnología
de espionaje y vigilancia para que su gobierno títere colombiano mantenga bajo
control a todos los ciudadanos, y se anticipe a cualquier intento de
sublevación popular que amenace la estabilidad del estado mafioso que tienen
montado.
Ni que decir de los deseos altruistas de los gringos de ayudar a que
Colombia viva en paz y con justicia social. Si esta vez también permiten que se firme un
acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC (como ocurrió en 1984, bajo el
gobierno de su títere Belisario Betancourt), sus planes para evitar que las fuerzas
políticas que surjan de la desmovilización se consoliden, ya están en
desarrollo. No cabe duda que la discusión de estrategias de seguridad para el
post conflicto es el asunto que mas le interesa definir al gobierno de EEUU en
estos momentos. No es gratuito que Santos tenga que repetir todos los días que
la estructura de las fuerzas militares no está en la agenda de paz que se
discute en La Habana.
En resumidas cuentas, las “estrategias de seguridad para el post
conflicto” se refieren a planes de contención para asegurar que el partido
político que se cree alrededor de las propuestas de los lideres desmovilizados de
las FARC, no adquiera mayor representación entre la población colombiana; es
decir, que no alcance mayor relevancia que la que hoy tienen el polo
democrático y los denominados progresistas.
El gobierno de EEUU tolerará que alcancen uno que otro escaño en las asambleas
y congreso pero no que se conviertan en una fuerza política de izquierda fuerte
y mayoritaria y que como tal alcancen por voto popular las riendas del Estado.
Nada aterroriza mas al dueño de la finca y a sus capataces locales que los “malos
ejemplos” de Venezuela, Ecuador y Bolivia se repliquen en Colombia. Su “democracia”, esto es el sostenimiento en
el poder de los buitres locales que les sirven de gobernantes testaferros lo
defenderán así tengan que recurrir a una segunda exterminación de las fuerzas
políticas de izquierda, tal como ocurrió con la UP entre 1987 y 1992.
Su “democracia” solo es aceptable si el poder se lo alternan conservadores,
liberales, cambio radical, La U, los verdes, los narcoparauribistas del centro democrático,….y
cualquiera de los partidos de garaje que constantemente aparecen y desaparecen
del espectro político pero que se pelean por ser sirvientes del imperio.