Si los pseudo periodistas
prepago colombianos conocieran un mínimo de lo que está ocurriendo en EEUU con
ocasión del escándalo que enfrenta la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por
sus siglas en ingles), se darían cuenta que tanto Santos como su Mindefensa y
sus generales son la versión miniatura de Obama y sus altos oficiales responsables de las
operaciones de la NSA. Esta agencia está envuelta en escándalos de espionaje indiscriminado
no solo a nivel doméstico sino en todo el mundo, entre cuyas víctimas se
cuentan incluso presidentes de países aliados, ejecutivos de grandes compañías consideradas
competencia de multinacionales gringas, altos funcionarios y delegados de
Naciones Unidas, etc.
En lugar de aceptar
sin ningún cuestionamiento las explicaciones (con todo lo burdas y
contradictorias que son) que ha dado el gobierno de Santos con ocasión del escándalo
de espionaje recientemente descubierto, y difundirlas como si fueran verdades
irrefutables, al menos debería despertarles sospecha el hecho de que esas
explicaciones son copias exactas de las dadas por Obama y sus altos oficiales a
la opinión publica, e incluso bajo juramente ante el congreso de EEUU. Para la
muestra, no es sino referirse a las declaraciones que ha dado el máximo jefe de
la inteligencia de EEUU, James Clapper, quien descaradamente le mintió al congreso en una sesión a la que fue citado para que explicara el espionaje a
ciudadanos estadounidenses luego de que se publicaran documentos filtrados por
el informante ex contratista de la NSA, Edward Snowden, quien paradójicamente se
encuentra asilado en Rusia huyendo la persecución de su propio gobierno.
Pero lo que debe
sorprender no es la fiel copia de las declaraciones, al fin y al cabo el
espionaje en Colombia no es más que una extensión de los tentáculos del
espionaje que han diseñado y ejecutan las agencias de inteligencias gringas. Es
apenas obvio que, cuando uno o varios de esos tentáculos que operan en otros
países son descubiertos, el libreto que se utilice para neutralizar el escándalo,
y por supuesto para blindarse contra las investigaciones penales, sea
exactamente el mismo. Sus agentes, en el caso de Colombia - ejército,
policía y demás agencias de espionaje
locales - solo tienen que remitirse a los libretos y manuales que de antemano
han recibido de sus jefes gringos, y recitar las secciones o párrafos que
aplican para cada situación o escándalo en particular.
Solo para ilustración,
reproducimos a continuación las respuestas dadas por el jefe de inteligencia
gringa al comité de inteligencia del congreso:
El 12 de Marzo, en una audiencia convocada por el comité
de inteligencia del senado de EEUU, el Senador Wyden le pregunto a Clapper: “La
NSA recolecta algún tipo de información de millones o cientos de millones de
Americanos?” Clapper respondió: “No señor”. Cuando el Senador Wyden
seguidamente le preguntó: “No lo hace?” Clapper respondió: “No de manera
deliberada. Hay casos en los que se podría, quizás inadvertidamente, recolectar
– pero no deliberadamente.”
A continuación
algunas de las declaraciones de congresistas americanos justificando las
actividades de espionaje de la NSA:
Senadora Feinstein: “el programa juega un papel esencial para la
protección de los EEUU.”
Senador Mike Rogers: “el programa ya se ha utilizado
para contrarrestar un ataque terrorista en los EEUU.”
No es sino remitirse a
las declaraciones del Mindefensa y otros
altos funcionarios del gobierno de Santos en distintos medios de comunicación
para darse cuenta de las similitudes de las respuestas, particularmente cuando
explotan el miedo al terrorismo como estrategia fundamental para mantener el estado policivo y violador de la
privacidad y derechos humanos de los ciudadanos colombianos.
Al respecto, Peter
Ludlow, profesor de Filosofía de la Universidad de Northwestern en EEUU, en un excelente articulo recientemente publicado en el New York Times, recordaba que
“Maquiavelo argumentaba que un buen líder debía inducir miedo en el pueblo si
quería controlar las masas”, y que “Hobbes en ‘The Leviathan’ argumentaba que
el miedo motiva efectivamente la creación de un contrato social a través del
cual los ciudadanos entregan sus libertades a quienes ostentan el poder.”
Sorprendería
que gobernantes y funcionarios de un régimen supeditado a los designios de los
EEUU, como es el caso del gobierno de Santos, no recurran a las mismas tácticas
de explotar el miedo al terrorismo para justificar sus acciones
ilegales/criminales y asi mantener el control de las masas populares.
Al igual que el
gobierno gringo, el régimen lacayo colombiano, en muchos casos también dirige
su poder de intimidación en contra de periodistas cuando estos publican reportajes
sobre actividades de espionaje, o en general, sobre abusos y delitos cometidos
por altos funcionarios.
Cualquier lector
desprevenido podrá concluir que en esencia las explicaciones escuchadas de boca
de altos funcionarios y mandos militares del gobierno de Santos en respuesta al
escándalo de espionaje descubierto en días recientes, son fiel copia de las dadas por funcionarios
gringos, lo cual demuestra que siguen al pie de la letra los manuales y libretos
que el gobierno gringo distribuye a todos sus gobiernos lacayos alrededor del
mundo.
Por el lado de los
medios prepago nacionales (todos los grandes medios), una vez más se evidencia que
no son más que megáfonos del régimen; es decir, funcionan prácticamente como
oficinas de prensa de la Casa de Nariño. De ahí que sea pertinente reproducir
el llamado que hace el reconocido y ahora controvertido periodista
norteamericano Glenn Greenwald, quien está liderando el análisis y publicación de
los documentos filtrados por Edward Snowden, sobre el papel que deberían cumplir
los periodistas en el mundo:
Actualización Febrero 14, 2014 4:00 pm
El gobierno de Santos ha filtrado a uno de sus medios prepago apartes de un documento preparado
por la inspección general del ejército (de los mismos documentos que cuando le
conviene dicen que son secretos) el cual supuestamente contiene conversaciones interceptadas a los jefes y negociadores de las FARC en La Habana. Por
supuesto, los pseudo periodistas prepago se alborotaron a difundir como noticia
extra del día algunos apartes del documento, presentándolos como la justificación definitiva de la legitimidad y legalidad de las actividades del servicio de
inteligencia del ejército; y por supuesto, también como justificación de las casas
fachadas de espionaje, como la descubierta en el barrio Galerías.
A estos pseudo periodistas
serviles y totalmente vendidos al régimen, no se les pasa por la mente
cuestionar si todas esas interceptaciones son reales; si los son, si fueron
realmente ejecutadas desde la casa fachada de Galerias (o de cualquiera de las
otras 30 que dice tener el ejército en todo el país); y menos aún, preguntar
sobre qué otros individuos distintos de los “terroristas de las far” vienen siendo
espiados (dirigentes de partidos de oposición, defensores de derechos humanos,
periodistas, mismos funcionarios del gobierno, etc.).
Lo curioso de la información
que suministra el informe de la inspección del ejercito es que también incluye
conversaciones en las que comandantes de la guerrilla hablan de infiltrar el movimiento
político “Marcha Patriótica” y sus marchas, asi como del supuesto plan de
atentar contra Uribe, el cual fue denunciado por el Mindefensa en Noviembre
pasado, y que el mismo presidente Santos tuvo que reconocer luego que era un
refrito.
Cualquier persona con
una neurona en el cerebro podrá deducir que el patético informe del ejército no
solo lo aprovecharan para neutralizar el escándalo de espionaje ilegal que
adelantaban en el restaurante de Galerías sino también para reforzar frente a
la opinión nacional la propaganda y estrategias de estigmatización y criminalización
de movimientos políticos como la Marcha Patriótica y de líderes sociales,
sindicales y defensores de derechos humanos.
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