Articulo actualizado a Abril 8, 2013....
Con mucho entusiasmo se anuncia en los medios sociales la marcha por la paz que se llevara a cabo el 9 de Abril próximo. Un marcha en la que sin duda deberían participar todos los colombianos que han sufrido las consecuencias de la guerra.
Con mucho entusiasmo se anuncia en los medios sociales la marcha por la paz que se llevara a cabo el 9 de Abril próximo. Un marcha en la que sin duda deberían participar todos los colombianos que han sufrido las consecuencias de la guerra.
Pero
los esfuerzos puestos en su organización
por parte de las diversas organizaciones sociales que representan genuinamente
a las bases populares no redundarán en hechos y acciones concretas si se
permite que la marcha la promuevan también (artificiosamente) tanto el gobierno
como sectores de la sociedad y politiqueros aliados que representan precisamente
el sistema que ha sido el determinador de las causas del conflicto interno.
Mucho menos que participen en la marcha, a menos que los organizadores se hayan
comido el cuento de que Santos es el único que tiene la llave de la paz y como
tal, durante la marcha las consignas y demandas deben estar dirigidas solamente a las FARC en anticipación a su señalamiento como las únicas responsables frente
a un eventual fracaso de las negociaciones que se desarrollan en La Habana.
Con un
proceso de negociación política en curso, la marcha del 9 de Abril tiene
sentido solo si el mensaje es del pueblo y esta dirigido a los actores del
conflicto reunidos en la Habana para buscar una solución política al conflicto;
pero principalmente, dirigido al establecimiento representado en el gobierno de
Santos, quien es en realidad la parte negociadora menos confiable. Gústenos o
no, o lo quieran aceptar o no, las FARC en ultimas representan en la mesa a ese
sector mayoritario del pueblo colombiano que histórica y sistemáticamente ha
sido explotado, vilipendiado, oprimido, marginado, despojado, desplazado,
violentado, y hasta masacrado por un sistema estatal criminal que únicamente
representa y defiende los intereses de las oligarquías mafiosas y políticas
locales, y los de sus patrones extranjeros. Gustenos o no, la busqueda de la reconciliacion con justicia social no es entre un grupo gerrillero y el gobierno sino entre la gran mayoria del pueblo colombiano y las mafias oligarquicas y politicas que han explotado y usufructuado las riquezas de la nacion solamente para beneficio de ellos y sus patrones internacionales que los sostienen en el gobierno.
Acaso
han sido los delegados de ese estado criminal los proponentes de las trascendentales
reformas estructurales agrarias y territoriales que se han discutido en la
mesa, en desarrollo del punto No. 1 de la agenda de negociaciones?
Para darse
cuenta a que mínima fracción de la sociedad colombiana representa el estado
colombiano, no es sino recordar las recurrentes objeciones a las propuestas de
reforma agraria y territoriales presentadas por los delegados de las FARC, cuya
histórica negación es precisamente la causa objetiva principal del conflicto que
ha azotado al país por mas de medio siglo.
Y cómo esperar que el establecimiento no reaccione tan vehementemente en
contra de tales propuestas si lo que está en juego es la predominancia en el
control, tenencia y explotación de la mayoría del territorio colombiano por
parte de unas pocas familias privilegiadas, por la mafia y por los carteles
empresariales y políticos.
El
ejemplo especifico mas reciente y representativo de la perversidad del gobierno
de Santos, es su reacción incendiaria, a través de sus ministros de defensa y de agricultura, a la propuesta de ampliación y fortalecimiento de las zonas de reservas campesinas, calificándolas como republiquetas independientes,…...
Aunque
si uno se pone en los zapatos de los representantes y beneficiarios del
establecimiento, razones no les sobran para reaccionar de tal manera, pues con
la ampliación y consolidación de zonas reservas campesinas, sus planes de
limpieza social, desplazamiento, apropiación y devastación de vastos
territorios de la nación ricos en minerales y recursos naturales se verán
amenazados. Esos planes tienen varios
nombres, artificiosamente presentados a la opinión publica como benéficos para
el país, pero la locomotora minera tal vez sea el más representativo por sus
devastadores e irreversibles efectos.
Así las
cosas, la Marcha por la paz del 9 de Abril solo tiene sentido si entre sus
objetivos y consignas se plantean las siguientes:
- Demandar del gobierno de Santos honestidad, transparencia, coherencia y unidad en el manejo del proceso de negociaciones que se lleva a cabo en La Habana, pues las recurrentes declaraciones guerreristas e incendiarias de su ministro de defensa constituyen un contrasentido al propósito de buscar una salida negociada al conflicto;
- Demandar del gobierno de Santos la aceptación del alto al fuego bilateral propuesto por las FARC desde el comienzo de las negociaciones, pues así no solo se reducirían sustancialmente los niveles de violencia y de victimas inocentes sino que el pueblo colombiano tendría la oportunidad de experimentar lo que seria vivir en un país en relativa paz. Y hablamos de relativa paz porque no podemos olvidar la violencia generada por las bandas paramilitares, engendros del Estado y responsables del trabajo de mantener la guerra sucia;
- Demandar del gobierno de Santos ejercer su autoridad como comandante en jefe de las FFMM para controlar cualquier intento de saboteo o acto terrorista de sus fuerzas en contra del proceso de paz; e igualmente, la neutralización definitiva de sus ejércitos paramilitares quienes han sido y siguen siendo las fuerzas enemigas y mas desestabilizadores de los procesos de paz;
- Demandar del gobierno de Santos y de las FARC que no se levanten de la mesa de negociaciones así las diferencias o desacuerdos en puntos sustantivos de la agenda se presenten como insuperables; en cuyo escenario deben recurrir a los gobiernos garantes del proceso;
- Demandar del gobierno de Santos y de las FARC receptividad plena y atención prioritaria a las propuestas que sobre los diferentes puntos de la agenda presenten los distintos sectores de la sociedad, especialmente las propuestas que provengan de aquellos sectores mayoritarios del pueblo colombiano que representan genuinamente a las victimas del conflicto;
- Demandar de los grandes medios de comunicación colombianos profesionalismo, honestidad, veracidad, imparcialidad y balance en el cubrimiento de las negociaciones en la Habana, y en el manejo y difusión de declaraciones de funcionarios del gobierno que atentan contra el normal desarrollo de las negociaciones.
Y el presidente Santos se salio con la suya!! Marchara manana por la paz y tal parece que hasta el mas nefasto detractor del proceso de paz, su ministro de defensa, Juan Carlos Pinzon. Que les paso a los organizadores de la marcha que permitieron que su marcha fuera cooptada por el gobierno?
Si los enganaron con el cuento de que el gobierno marchara al lado del movimiento politico Marcha Patriotica (a quienes el gobierno de Santos considera terroristas, o aliados de ellos), no se hagan ilusiones; si se lo creyeron, o son muy ingenuos o no conocen nada de lo que es capaz Juan Manuel Santos. De hecho el propio Santos y su mindefensa han dado declaraciones por distintos medios en el sentido de que su gobierno no es que va a "marchar a lado del movimiento Marcha Patriotica". Para "aclarar" las suspicacias de sus patrones (los mercaderes de la muerte) dicen que, a diferencia del movimiento Marcha Patriotica, ellos no solo narcharan por la paz sino tambien "contra la violencia".
Obiamente debe entenderse que el termino "violencia" para ellos solo significa la violencia generada por las acciones de las FARC; pues seria un contrasentido que marchen en contra de la violencia y el terrorismo de estado que elllos inflingen sistematicamente en contra del pueblo colombiano. Asi que el uso del termino violencia es simplemente un ufemismo para evitar decir lo obvio, esto es, que marcharan por la paz y en contra del "terrorismo de las FARC (seguramente para apaciaguarle la bilis al narcoparaco Uribe).
Asi las cosas, preparemonos para ver manana una mezcla incoherente y absurda de panacartas y consignas. Habran tantas, si no mas, contra el "terrorismo de las FARC" que en favor de la paz; lo cual mas que coadyuvar a que se concretice una negociacion politica del conflicto, lo agudiza y polariza aun mas las posiciones de las partes en conflicto. Para el gobierno y sus amos extanjeros, esto ultimo es y ha sido el unico proposito de la charada del proceso de paz en curso.