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Lamentamos aguarles la fiesta por el restablecimiento de las relaciones con Venezuela pero cuando se tiene claro cuales son los verdaderos intereses en la región, las declaraciones de amor eterno del presidente Chavez al pueblo colombiano y las buenas intenciones de Santos, no pueden verse sino como una corta tregua en la guerra subterránea (hasta ahora) que el gobierno gringo, con la complicidad del gobierno colombiano, ha emprendido en contra los gobiernos de izquierda en Latinoamérica en toda su historia.Las aparentes buenas intenciones de Santos para reestablecer las relaciones con Chavez en un marco de respeto mutuo a la independencia y autonomía política, no pasan de ser eso…..meras apariencias. No se puede olvidar que tanto Santos como Uribe son títeres de los gringos. La única diferencia entre Santos y Uribe es que el servilismo de este ultimo con el imperio es el propio de un narco criminal sacado de la lista negra de traficantes y que como tal tiene que obedecer como perro faldero a su amo; y el servilismo de Santos es el tradicional que ha caracterizado a la oligarquía y dirigencia política colombiana cuyo único propósito es garantizar y proteger su poder económico y político a expensas de la degradación de las condiciones sociales del 99% de la población colombiana.
Los analistas políticos, de uno y otro lado, no se cansan de elogiar los esfuerzos de los dos gobiernos para recomponer las relaciones, incluso algunos califican de jugada maestra por parte de Chavez la oportunidad y su voluntad y compromiso político de bajarle la temperatura a las fuerzas desestabilizadores en su país y la región; sobre todo en el contexto de las próximas elecciones legislativas en Septiembre. Jugada en la que el presidente Lula sin duda es también un gran protagonista.
Lo que muy pocos ven (o no quieren ver) es que tanto Chavez como Lula pueden haber creado el escenario perfecto que los gringos estaban esperando para dar el zarpazo final en sus planes de deshacerse de estos dos lideres políticos regionales que están transformando la región y, que para los gringos, están ejerciendo una influencia de independencia que es inaceptable. Los gringos tampoco van a aceptar que frente al desprestigio e inoperancia de la OEA, organizaciones regionales como UNASUR adquiera preponderancia en la región.
Frente a los escenarios políticos que se avecinan; por un lado en Venezuela, con las elecciones legislativas de Septiembre; y por otro, en Brasil con la elección presidencial en Octubre, los gringos no van a dejar pasar esta oportunidad para poner en marcha nuevas maniobras desestabilizadoras y producir un evento mayor que desencadene un nuevo rompimiento de las relaciones entre Colombia y Venezuela; y en esta ocasión con el beneficio colateral de que también se llevaran por delante al gobierno de Lula, menguando su prestigio como líder de la región y montando en su reemplazo al candidato de la oposición (títere gringo, por supuesto).
Por el lado de Chavez, el desenlace no será para sorprenderse…..toda la maquinaria de los medios de comunicación al servicio del imperio, mediante la acostumbrada propaganda de desprestigio y satanización, dejaran a Chavez nuevamente como el único responsable del rompimiento, como gobernante que apoya a los “terroristas de las Farc” y el narcotráfico, como agente que quiere extender su "proyecto comunista" a toda la región….bla..bla…bla… Y a Uribe y Santos como los defensores de la democracia, la libertad y la paz!!!
Y la farsa continuara!!
P.D. Como se anticipó en este articulo, las fuerzas criminales oscuras que no quieren que Colombia reestablezca relaciones diplomáticas con sus países vecinos han empezado a hacer el trabajo sucio necesario para torpedear el cambio de curso que el nuevo gobierno esta tomando en el manejo de la política internacional. No hay que olvidar que, de esas fuerzas oscuras que eran las que controlaban el gobierno anterior, aun quedan remanentes fuertes en el actual gobierno, incluso enquistadas en posiciones claves dentro del manejo de la política de “seguridad y defensa”. Lo que hay que esperar es que el gobierno de Santos no permita que sean esos agentes de la guerra y el crimen quienes dirijan las investigaciones del atentado, pues no hay duda que harán todo lo posible para incriminar a la insurgencia y de esta forma alimentar entre los colombianos la desconfianza e incrementar oposición a la reanudación de las relaciones con Venezuela, con el argumento burdo de que son los mismos guerrilleros que apoya Chavez quienes están aterrorizando al pueblo colombiano.
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