El debate sobre los graves riesgos para la salud y el medio ambiente
derivados del uso del glifosato es un claro reflejo de esa mentalidad. Y es que
ni siquiera se puede hablar de debate porque precisamente lo que prevalece en
la discusión son historias, anécdotas, desinformación; y cuando alguna información
veraz se escapa al control, ésta es segmentada, moldeada y distorsionada a
propósito para acomodarla a las predisposiciones sociales y políticas que el
gobierno de turno, y quienes en general tienen el poder de controlar la
información (medios de comunicación) quieren preservar y reforzar.
De ahí que la oposición a las medidas anunciadas por el gobierno de
suspender las fumigaciones áreas de los cultivos de coca hay que entenderla mas
como producto de la tergiversación y distorsión de información que como
resultado de una revisión rigurosa y entendimiento pleno de los estudios
científicos que han alertado sobre los efectos nocivos del uso del glifosato.
Por supuesto, los políticos manipuladores y los mercaderes y
beneficiarios de la guerra contra las drogas ilícitas aprovechan la confusión e
ignorancia de ese gran sector de población para dividir aun mas al país y mostrar
que sus endebles argumentos en contra tienen apoyo popular.
No le falta razón al Ministro de Salud cuando le dice al procurador
general que sus pobres/ridículas explicaciones que expone en contra de la
suspensión de la fumigación aerea son el reflejo de su falta de honestidad
intelectual.
Pero no es solo el procurador quien exhibe deshonestidad intelectual
cuando se trata de discutir los riesgos y consecuencias del uso de glifosato
como práctica para erradicar los cultivos de coca en Colombia. Al coro del
procurador se le unen los narcoparaubistas, la gran mayoría de medios masivos
de comunicación, la multinacional Monsanto y por supuesto el gobierno de EEUU.
A todos ellos los que les falta no es solamente honestidad intelectual
sino la capacidad mental que les permita entender cuales son las bases y
alcances de los diferentes estudios científicos que se han desarrollado, los
cuales concluyen que el uso del glifosato puede producir graves riesgos para la
salud no solamente de quienes lo manipulan durante su uso sino de quienes
pueden estar expuestos a entrar en contacto con el químico luego de ser
esparcido, como es el caso de los habitantes de zonas que son fumigadas desde
aviones. El reciente estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) es concluyente en el sentido de que el glifosato puede producir cáncer
entre quienes están expuestos.
No se necesita ser científico para darse cuenta que los riesgos
derivados de la fumigación área de cultivos de coca no son comparables con su
uso en actividades agrícolas tradicionales, e incluso su uso en áreas urbanas,
como es el caso de su aplicación para eliminar malezas en zonas verdes
residenciales y comerciales.
Los niveles de riesgo y sus posibles consecuencias son establecidos
con base en factores como el tiempo de exposición al químico, el método de uso
(incluyendo el uso de elementos de protección) y la concentración del mismo
durante el tiempo de aplicación y exposición o contacto directo.
Para efectos de tener una idea de cómo varían los factores de riesgo
antes mencionados es ilustrativo comparar las condiciones en que se aplica el
glifosato en los cultivos de coca vs. su aplicación en la agricultura
tradicional (cana de azúcar, arroz, etc.).
Condiciones y efectos de la fumigación aérea de cultivos ilícitos:
1.- Los cultivos de coca en su gran mayoría no cubren grandes
extensiones, por el contrario son pequeñas áreas de entre 1 y 2 hectáreas, distribuidas
en distintas zonas geográficas, y que por lo general se encuentran adyacentes o
intercalados con otros cultivos tradicionales.
2.- La concentración de glifosato en las fumigaciones de cultivos de
coca es mucho mas alta que en otros usos (30-40% comparado con 3-4% en otros
usos); y por razones de seguridad, la altura a la que se realiza la fumigación
hace que el químico, por acción del viento y otras condiciones meteorológicas,
no solo alcance las áreas cultivadas con coca sino cultivos de pancoger entremezclados
dentro del mismo cultivo de coca o en áreas adyacentes al mismo.
3. – Las zonas objeto de las fumigaciones aéreas están habitadas por
campesinos agricultores o trabajadores que se desplazan a trabajar ya sea
dentro de las mismas áreas cultivadas con coca o en otras donde existen cultivos legales, y en consecuencia
están expuestos a entrar en contacto directo con el glifosato si las
fumigaciones ocurren durante horas laborales.
No obstante, como las comunidades que habitan las zonas objeto de las
fumigaciones no son notificadas previamente, no solo los campesinos que se encuentren
laborando en los cultivos sino también niños,
mujeres, ancianos y animales domésticos están expuestos a tener contacto
directo con el glifosato. De ahí que los
campesinos victimas de la fumigación se refieran a esta criminal practica como
la lluvia maldita.
4.- Por las mismas condiciones
expuestas anteriormente (altura de la aspersión, concentración del químico,
geografía de la zona, tamaño de las áreas cultivadas), la vegetación nativa,
bosques, recursos hídricos, fauna silvestre y en general valiosos ecosistemas
terminan también siendo fumigados con glifosato, y por lo tanto contaminados o
destruidos.
Condiciones de la fumigación aérea de otros cultivos tradicionales y
de otros usos a nivel domestico:
1.- Cultivos como la caña de
azúcar, arroz, algodón se desarrollan en grandes extensiones de terrenos,
aislados o alejados de comunidades, y como tal los efectos colaterales se
pueden prevenir o reducir mediante un planeamiento adecuado de los vuelos, asegurando que
el producto descargado no traspase los limites del área cultivada.
2.- La concentración del químico
es mucho menor y las aspersiones aéreas se planean y ejecutan a baja altura, lo
cual permite eliminar o minimizar la acción dispersante del viento y calcular
con buen margen de certidumbre que la aspersión solo afecte las áreas
cultivadas.
3.- Por las mismas razones de
ubicación/extensión de los cultivos y preparación/ejecución de los vuelos, los riesgos de que pobladores,
trabajadores, otros cultivos o ecosistemas adyacentes sean alcanzados por las
fumigaciones son mucho menores que en usos contra cultivos de coca.
4.- Tanto en usos agrícolas
como en usos domésticos las personas que manipulan el químico, ya sea durante
el proceso de mezcla y dilución como durante el transporte y aplicación, usan
elementos adecuados de protección para evitar que la piel entre en contacto
directo con el químico.
Lo anterior es suficiente para que cualquier persona con un mínimo de
sensatez entienda que los efectos nocivos que se derivan de la fumigación aérea
de cultivos de coca son significativamente mas altos que los riesgos derivados
de los usos del glifosato en otras actividades agrícolas y domesticas.
Es obligación de todos cuestionar la información distorsionada que
difunden los medios prepagos de comunicación, los cuales sin ninguna vergüenza
se han atribuido el papel de expertos en todos los temas, solo porque en las
mesas de trabajo de sus programas noticiosos participan ex funcionarios de
gobierno, figurines de las mafias políticas y pseudo analistas que posan de
académicos o intelectuales.
Todo lo que estos carteles de periodistas y pseudo intelectuales han
difundido durante los últimos días son falsedades y distorsiones. No es cierto que el glifosato está aprobado
para usos agrícolas en la mayoría de países del mundo, mucho menos que su aplicación
se realice vía aspersión aérea. Colombia es el único país del mundo donde el
glifosato se aplica mediante aspersión aérea.
Tampoco es cierto que la fumigación área en Colombia ha sido un éxito
en la lucha contra el narcotráfico y que como tal la suspensión producirá un
incremento de los cultivos de coca. El
informe que acaba de publicar la propia oficina antidrogas gringa concluye que
las áreas cultivadas de coca han aumentado en los últimos dos años, aun a pesar
de la fumigación aérea.
Por ultimo, son muchas las investigaciones que se han adelantado en el
mundo, e incluso en Colombia, que demuestran los efectos nocivos de la
fumigación área con glifosato sobre la salud de los habitantes, los animales y
fauna silvestre, y sobre los ecosistemas de las zonas fumigadas y áreas
aledañas. El propio gobierno lo reconoció al indemnizar a pobladores del
Ecuador que viven cerca del Putumayo y que demandaron al estado colombiano ante
instancias internacionales por los daños causados como resultado de las
fumigaciones aéreas sobre la zona fronteriza en esa región del país.
Shoveling Water from Witness For Peace on Vimeo.