Produce ira y ofuscación leer o escuchar las noticias sobre la importante agenda y los éxitos de Uribe durante su visita a la Casa Blanca. Nada más distorsionado, falso y descarado que presentar como hechos positivos el que el presidente haya avanzado en el proceso de aprobación del TLC, así como que se haya reunido con los presidentes del BM, BID, FMI, por solo mencionar dos puntos de su agenda.
Ya nos tienen hasta el corona con la retorica sobre los beneficios del TLC y de los espaldarazos de la banca multilateral a las políticas económicas de Uribe así que no vale la pena gastarle una línea más repitiendo toda esa farsa. Acostumbrados como estamos, quienes hacemos uso de la más pequeña neurona de nuestro cerebro, a las mentiras y manipulaciones de este gobierno, la situación e impacto real de los dos puntos antes mencionados saltan a la vista con el simple ejercicio de traducir los comunicados de palacio e informaciones de prensa como si significaran exactamente lo contrario. Así por ejemplo, contrario a lo que repite el gobierno, cualquier tratado de libre comercio que se firme con cualquier país desarrollado deteriorara aun más la situación económica y social de la mayoría de la población colombiana, lo cual a su vez profundizara aun más las causas de la violencia en todas sus dimensiones. En el mismo sentido, los espaldarazos de la banca multinacional no son más que el reconocimiento al presidente por sus servicios prestados (generosamente compensados obviamente) al permitir que la deuda externa del país siga creciendo y así darles vía libre a estos bancos sicarios para que impongan los planes de ajuste económico y regulaciones fiscales y ambientales que solo benefician a las multinacionales que representan; todo a expensas de que el 99% de la población siga en la miseria, la guerra continúe, y el patrimonio nacional se lo sigan robando en nuestras narices.
La distorsión de esta realidad por parte de los medios de comunicación son la demostración más clara de su servilismo hacia el presidente Uribe y de su complicidad con toda la situación de miseria y violencia que azota al país. Todos se comportan como unas “putas prepago”; de ahí que el término “periodismo prepago” se haya vuelto ya una rama mas del periodismo.
Que el gobierno de Uribe trate de vender sus políticas económicas, de comercio y relaciones exteriores como la panacea no sorprende, pues este como todos los gobiernos que le han antecedido están ahí no para solucionar los problemas reales de la nación sino para ahondarlos aun mas, pues son precisamente los estados de crisis los que les permite impulsar e implantar sus políticas de terror y guerra permanente, de exclusión social, de perpetuación en el poder y de total apertura económica para los mal llamados inversionistas extranjeros.
Tampoco sorprende que medios de comunicación como los de propiedad de las casas Santos, Ardilla Lulle, Santodomingo, López Caballero, o de los grupos extranjeros Prisa y Planeta, sirvan de simples cajas de resonancia a la propaganda oficial pues estas familias, al igual que las elites económicas (banqueros, grandes empresarios, ganaderos…) siempre se han caracterizado por su acomodamiento y servilismo incondicional al gobierno de turno; no de otra manera verían crecer exageradamente sus riquezas y asegurarían mantener el poder político y privilegios que ostentan.
A los colombianos de a pie no nos queda sino el recurso del pensamiento critico y profundo de la situación que vive el país real, el rechazo de todo cuanto los medios prepago tratan de vendernos cada minuto del día, y si queremos ahondar aun mas en el conocimiento de la magnitud de los problemas que vive el país, buscar fuentes de información alternativas (nacionales e internacionales) y sin vínculos con “medios de comunicación corporativos prepago” como los antes señalados.