La campana
de donaciones a los soldados heridos “en combate” impulsada por una emisora radial
constituye sin duda la prueba más fehaciente de la influencia que tienen los
medios masivos de comunicación en el proceso de alienar el pensamiento y
comportamiento de los colombianos.
Desde
temprano en Octubre, esta emisora radial bombardea a sus oyentes con recurrentes
mensajes publicitarios y, desde este ano, en redes sociales como twitter ,
facebook, etc.. El objetivo es por
supuesto instalar (o reinstalar) en la
mente de los ingenuos colombianos la idea de que los soldados son unos “héroes”
que están luchando y defendiendo la
patria, y que esa patria somos todos los colombianos.
Nada más distorsionado,
manipulado, tendencioso… Las fuerzas armadas de este país no están para
defender los intereses de los colombianos, menos la patria, sino para garantizar
la seguridad y estabilidad del establecimiento, en primera instancia; y la seguridad
de las grandes empresas locales y multinacionales, y proteger sus intereses económicos.
Ni siquiera
el concepto de “patria” en el sentido de soberanía territorial y económico es
protegido y defendido pues el grueso del capital económico que protegen es
extranjero, hay fuerzas militares de los EEUU desplegadas a lo largo y ancho
del país, y las propias acciones militares criminales que se cometen en contra
de la población civil son cometidas con participación y apoyo directo de esas
fuerzas extranjeras. A cual patria se refieren entonces los impulsadores de
esta campaña de desinformación y lavado cerebral?!!
Hay que
decir sin embargo, que son los soldados los primeros que han sido alienados con
la doctrina de “defender la patria”; estado de alienación del que no despiertan
ni siquiera con ocasión de ser heridos en combate, o cuando terminan su
servicio y son abandonados a su suerte, o cuando son retenidos por la guerrilla
y sienten como el estado (la patria) los deja pudrir en la selva, o cuando
luego de que son liberados también son abandonados a sus suerte.
Los promotores
de la campana no mencionan que el presupuesto de las fuerzas armadas (para la
guerra) es uno de los más altos del mundo (alrededor del 5% del PIB), 10 veces más
que el de la educación!!. y el doble del de Brasil que tiene una población de
casi 4 veces la de Colombia. Como no va a estar feliz la alta jerarquía militar
con estas campañas de recolección de recursos para sus soldados. Ya no tienen que
incluir en su presupuesto anual de operaciones, las migajas que destinan al
cuidado y bienestar de sus tropas, pues ahora son una gran mayoría de
colombianos los que sufragan esos costos. Ganan por doble, más plata para los
bolsillos de los generales y para pagar recompensas por identificar a sus
falsos positivos.
La campana sienta
también un precedente repudiable, pues no existe país en el mundo que haya sufrido
o esté sufriendo los rigores de una guerra interna, en el que la población civil sea
convocada a que hagan donaciones para la
salud y bienestar de miembros de las fuerzas armadas que son precisamente uno de los actores violadores de derechos humanos.
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