Indignación
causó entre una gran mayoría de colombianos la retención de dos soldados y un general
del ejercito por parte de la guerrilla de las FARC, hechos ocurridos durante el
mes de Noviembre en las zonas de Arauca y El Choco.
Lo
preocupante es que a la no sorpresiva reacción histérica propia de la
ultraderecha criminal y parasitaria dirigida por el narcoparaco Alvaro Uribe Velez, se les unió un gran sector de la población incapaz de cuestionar y
distinguir entre lo que son hechos factuales y burda propaganda.
Propaganda
y falsedades que salen de los comandos militares y oficinas del alto gobierno y
que los medios prepago siempre estas prestos a amplificar, difundir y repetir,
y repetir hasta convertirlas en verdades.
Las
siguientes son solo algunas de las 5 burdas falsedades con las que el pueblo
colombiano fue y sigue siendo bombardeado a través de los medios prepago:
1.- Mientras
medios internacionales, incluso grandes medios de la derecha y defensores de la
doctrina guerrerista, registraban la captura de los soldados y el general como
retenciones, resultado de la guerra interna entre la guerrilla y las fuerzas
estatales; en estos casos si unidos, el gobierno y los buitres de la ultraderecha
(incluidos sus medios prepago) no han parado de vociferar que los militares
fueron secuestrados. Incluso en contravía del pronunciamiento del propio Fiscal
General quien calificó el hecho como “retención indebida”.
2.- Las
mentiras sobre los hechos que rodearon la captura del general Alzate en Las Mercedes se fue desvaneciendo luego de que pobladores locales contradijeran la
versión inicial de que habían sido sorprendidos por guerrilleros armados que se
aparecieron en la casa donde estaba el general y acompañantes, que el soldado
que manejaba la lancha logro escapar y que fue este soldado quien informó sobre
el “secuestro” del general a sus superiores una vez llegó a la base militar de
donde supuestamente habían salido.
Según
versiones de pobladores de Las Mercedes, ni el general y sus acompañantes
estaban en una casa, ni los guerrilleros los sorprendieron y redujeron, sino
que se los llevaron sin violencia. Tampoco el operador de la lancha resultó ser
un soldado sino un lanchero de la zona de donde salió el general y que vivía del
alquiler de su lancha.
3.- El
ejercito suspendió operaciones tanto en Arauca como en el área de El Choco,
desde el momento en que se acordó la liberación de los retenidos. Versiones no
solo de la guerrilla sino de pobladores de las zonas contradicen la versión del
ministro de defensa y su cúpula militar, al punto que en la zona de Arauca
estuvieron casi a punto de producir un acto de guerra en el momento mismo que
se estaba produciendo la liberación de los soldados. La verdad es que la cúpula
militar siempre estuvo dispuesta aun a sacrificar la vida de sus soldados con
tal de resarcir el ‘honor militar” mancillado por la humillación que les había
producido el golpe perpetrado por la guerrilla de las FARC al retener a un
general.
4.- El
general Alzate fue forzado por los guerrilleros a posar para la foto con el
comandante de las FARC, Pastor Alape. Según la verborrea militar, un oficial de
tan alto rango no podía prestarse por su propia voluntad para tal irrespeto del
honor y dignidad militar, posando abrazado con un “terrorista”. Para la jauría
militar es irrelevante que, con un proceso de negociaciones de paz en curso,
esa foto pueda precisamente ser vista como una muestra de la voluntad de
reconciliación de las partes en conflicto.
Tampoco
importa que la foto haya sido tomada al momento de la liberación, es decir, con
la presencia de los facilitadores, los delegados de los gobiernos de Cuba y
noruega, y de la Cruz Roja Internacional; tal como lo evidencia la existencia
de otras fotos en las que Pastor Alape y el general aparecen en compañía de los
facilitadores y los demás liberados. Es decir, para la jauría militar, los
facilitadores fueron testigos cómplices de que los guerrilleros le pusieron un
fusil en la cabeza al general para posar en la foto.
Una
reflexión final:
No hay comentarios:
Publicar un comentario